El presunto pederasta detenido en Jaén gracias a las cintas entregadas de forma anónima por un ladrón salió el viernes de la cárcel, donde se encontraba desde diciembre, pero tuvo que pasar la noche en la comisaría por las amenazas de los vecinos. A. B. G. de 64 años, se encontraba desde el 19 de diciembre en la prisión Jaén II, como presunto autor de abusos y agresiones sexuales a, al menos, cuatro menores de edad, entre ellos un adolescente de 16 años que llevaba desde los 10 sufriendo estas prácticas. El presunto pederasta salió anteayer por la tarde de la prisión y se fue a su casa, donde los vecinos vieron luz, por lo que llamaron para comprobar que había regresado y le dijeron que se marchara del barrio.

Al complicarse la situación , el hombre llamó a la Policía Nacional, que lo condujo a la comisaría, donde pasó la noche en la sala de espera de la oficina de denuncias para evitar que fuese agredido y de donde se marcó ayer por la mañana sin comunicar su destino.

El auto del juzgado indica que la libertad se produce porque tres de los delitos de los que se le acusa han prescrito al haber pasado más de quince años desde que se cometieron, sin que además las víctimas hayan hecho ninguna reclamación judicial. También influyó que esta semana se entregaba a la Policía el joven de 20 años, conocido como "el buen ladrón", que encontró las cintas durante un robo en la casa del presunto pederasta. El ladrón aseguró que entró en la casa no para robar sino para buscar las cintas, lo que, según el auto, "resulta trascendental", ya que al entrar sin autorización judicial, "este hecho provoca que las grabaciones de las que deriva la investigación puedan ser consideradas prueba ilícita".

El caso empezó con una llamada anónima el 15 de diciembre a la comisaría de Jaén, en la que una persona decía que tenía en su poder varias cintas con contenido pederasta y que las había dejado debajo de un vehículo aparcado en una calle.