La vida de Fatiha E. K., de 37 años y nacionalidad marroquí, se apagó ayer en su domicilio de Alhama de Granada en lo que corresponde a un nuevo caso de violencia de género. Su marido, Mohamed E. B., de 56 años y también marroquí, le asestó presuntamente cuatro golpes en la cabeza con un objeto contundente hasta acabar con su vida, según indicaron fuentes de la Guardia Civil. Tras el presunto asesinato, el individuo llamó al cuartel de la localidad para confesar su culpabilidad. Según las mismas fuentes, Mohamed aseguró entonces que había matado a su mujer y que a continuación había intentado suicidarse ingiriendo lejía y pastillas.

De inmediato se personó en el domicilio familiar la Guardia Civil, así como un médico. La víctima fue trasladada al centro médico del pueblo, pero los facultativos nada pudieron hacer por salvarla. Los tres hijos de la pareja, dos niños y una niña de 15, 7 y 5 años, estaban en el instituto y el colegio, respectivamente.

Al asegurar el presunto autor de los hechos que había ingerido lejía y pastillas, fue trasladado hasta un hospital de Granada, donde, al cierre de esta edición, permanecía en Observación y custodiado por agentes, ya que se encuentra detenido. Una vez que sea dado de alta, será trasladado a la Comandancia, donde se le tomará declaración, y pasará a disposición judicial.

Serán los tíos de la víctima quienes se harán cargo de los tres hijos de la pareja, por lo que la Junta de Andalucía o la Fiscalía de Menores, en principio, no tendrán que intervenir para garantizar la protección de los menores.

Según indicó ayer la Junta de Andalucía, la mujer fallecida no era usuaria del Centro Municipal de Información a la Mujer y nunca había presentado denuncia contra su pareja. Era muy conocida en Alhama, donde residía desde hacía unos años; era usuaria de los Servicios Sociales del Ayuntamiento y el pasado viernes consiguió una vivienda de protección oficial que ya no podrá disfrutar. La mujer siempre decía que su marido no se encargaba de esos trámites porque estaba "deprimido" y era ella la que se movía para mejorar la situación de la familia. No se conoce que tuvieran una "mala relación" ni constan denuncias previas por maltrato.

La muerte de Fatiha, que mañana cumpliría 38 años, es el reflejo de una lacra social que no sólo continúa, sino que se incrementa. Y es que, según los datos ofrecidos ayer por el jefe de la Comandancia de Granada, José de Higuera Mezcua, con motivo de la Festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, el panorama es desalentador, ya que se ha producido un "constante incremento de los delitos de violencia de género en más de un 13% en lo que va de año".

El Ayuntamiento de Alhama de Granada celebró en la tarde de ayer un pleno extraordinario para condenar esta nueva muerte por violencia de género, contra la que además se secundó una concentración de repulsa convocada a las 19:00 de ayer a las puertas del Consistorio de la localidad granadina.