M. G. D., un enfermo de esquizofrenia y toxicómano de 47 años, asesinado en mayo de 2008 en su domicilio de Almonte (Huelva), falleció por "estrangulación-sofocación" y "sin posibilidad alguna de defenderse", según precisaron ayer agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil y los médicos forenses.

La Audiencia de Huelva celebró ayer la última jornada del juicio contra J. J. P. D., A. M. R., y M. A. T. R., acusados de la muerte de esta persona. Según pusieron de manifiesto en sus declaraciones los agentes que realizaron el informe técnico pericial sobre la identificación del cadáver, éste fue hallado en posición "desnudo de cintura para abajo, atado de pies y manos y con el rostro tapado" en el cuartillo de la azotea de su domicilio "semioculto intencionadamente".

Además, había "un aseguramiento completo y muy metódico para que la víctima no tuviera posibilidad de escapar y pedir auxilio". Tras describir la escalera y acceso a la azotea y asegurar que era "harto improbable" que una persona sola hubiera podido llevar a la víctima hasta donde fue hallada, los agentes aseveraron que "la víctima no tuvo posibilidad de defenderse". Se trataba de "una situación que sobrepasa a cualquier persona". Por su parte, los forenses certificaron que la causa de muerte fue "estrangulación-sofocación" debido a las ataduras y a las prendas que el cubrían cuello y rostro, circunstancia ésta que unida al estado de putrefacción que presentaba el cadáver les llevó a indicar que se trataba de un cuerpo que "impresionaba".