Los datos negativos que arroja el primer diagnóstico científico sobre la situación actual del estuario del Guadalquivir han obligado al Puerto de Sevilla a replantear y adaptar su proyecto de dragado de profundización para ganar dos metros de profundidad al fondo del río y permitir así la entrada de grandes buques de carga hasta Sevilla. El informe se presentó ayer oficialmente en Sevilla, aunque está terminado desde el otoño.

Ese replanteamiento del proyecto implica que el Puerto tendrá que esperar al menos hasta 2012 para tener sobre la mesa todos los informes y requisitos que ha pedido el Ministerio de Medio Ambiente para decidir si autoriza o no esta obra. Lo que queda de 2011 se agotará a la espera de esos informes pendientes, tales como nuevos análisis experimentales sobre el comportamiento del estuario que se iniciarán a finales de junio aprovechando la limpieza anual del fondo (dragado de mantenimiento) y el proyecto constructivo de protección de márgenes, sobre todo en Doñana, que debe acabarse para presentarlo al Ministerio.

El Puerto también tiene que esperar que Gobierno central y Junta de Andalucía constituyan el organismo superior de gestión que, por recomendación del informe científico, coordinará por primera vez de forma integral todos los proyectos relacionados con el estuario del Guadalquivir y los intereses económicos, naturales y sociológicos asociados al río. Será un comité de Autoridades Competentes cuyos integrantes están por determinar. La Autoridad Portuaria ya ha pedido al Ministerio su constitución urgente.

En la rueda de prensa que celebraron ayer en la Casa de la Ciencia de Sevilla la dirección del Puerto y los científicos autores de la investigación, la Autoridad Portuaria reiteró que su idea inicial era acometer el dragado en 2011 con el presupuesto de este año, "pero si no es posible se hará en 2012. Nos atendremos a los que nos digan", afirmó su presidente Manuel Fernández. Este añadió que a los informes pendientes también se añadirán pruebas de dragado de profundización en determinandos puntos del río, de modo que "con esos elementos hay que ver si es posible hacer el dragado este año".

El director del Puerto, Fausto Arroyo, admitió que tras el informe científico "la Autoridad Portuaria no abandona el proyecto de dragado, pero sí lo ajusta y adapta a esos nuevos planteamientos que ahora surgen (...) El estudio recomienda una gestión integral que significa volver a repensar la forma de actuación sobre los pilares muy sólidos que aporta esta investigación", destacó. El seguimiento de datos y su revisión constante son dos de esos nuevos procedimientos de actuación que asume el Puerto.

Ninguno de los tres científicos que comparecieron ayer (Miguel Losada y Javier Ruiz, autores del estudio, y Fernando Hiraldo, director de la Casa de la Ciencia y de la estación Biológica de Doñana) quiso pronunciarse claramente a favor o en contra del dragado y del dictamen de la comisión científica Doñana 2005 que "desaconseja" el dragado de profundización por sus efectos al estuario y a Doñana (12 de noviembre de 2010).

Según Losada, lo urgente ahora es hacer el dragado de mantenimiento de junio porque el estudio lo ve indispensable para que no cambie la estructura del río ni empeore su situación. Esta labor también se aprovechará para obtener información complementaria sobre cómo se comporta el estuario y "no estropear más las cosas". "De ahí surgirá información complementaria para ver si somos capaces de invertir la situación del estuario que es bastante lamentable", comentó.

Para Fernando Hiraldo (CSIC), "lo primero es salvar el río" y hacer pruebas experimentales antes de que sean las definitivas. Esas pruebas, según dijo, darán "la información precisa para actuar bien". Los científicos destacaron que la principal conclusión del informe es que "ha mostrado muy claramente que nos hemos equivocado todos en la gestión del río considerando las cosas de forma independiente", en lugar de fiarlo todo a una Autoridad Competente que decida todo sobre el estuario sobre la base siempre de lo que es bueno para el interés general, no así el particular.