"Hicimos un milagro en Sevilla en la 95-96"

El técnico croata coincidirá en Treviso con el Cajasol, adonde le encantaría volver · Aspira a "poner contra las cuerdas al Unics".

Petrovic protesta durante un partido de la Eurocup.
Petrovic protesta durante un partido de la Eurocup.
Juan De La Huerga / Sevilla

12 de abril 2011 - 05:02

En un par de meses se cumplirán 15 años de la primera gesta del Caja San Fernando: el subcampeonato de la ACB. Dirigía el equipo Aleksandar Petrovic, un hombre que dejó huella en San Pablo. Estará en Treviso al mando del Cedevita, que buscará dar la sorpresa ante el Unics en la Final Four. El croata habla de ayer y de hoy.

-Hace 15 años estaba en Sevilla y consiguió el primer gran éxito del club con el subcampeonato liguero. ¿Qué recuerdos tiene?

-Después de tanto tiempo recuerdo con todo el cariño del mundo lo que pasó. Hicimos un milagro en la 95-96. Me impresionó que al principio no había afluencia de gente en las gradas, pero tengo fresco el segundo partido contra el Real Madrid en el play off con un lleno histórico. Entramos en semifinales y ahí no se me olvida el triunfo en Manresa en el quinto partido. Me quedan muchos amigos de aquella directiva, del staff técnico, de los jugadores. Y esos dos años han sido de los mejores que he tenido como entrenador.

-¿Mantiene el contacto?

-Con Pepe Carrión, que era mi ayudante, con José Antonio Parra, que en mi segundo año era el presidente, tuve muy buenas relaciones con el fisioterapeuta, Poli Gallardo... En su día no pude llegar a la celebración del adiós de Raúl Pérez por temas de trabajo. También mantuve el trato con Ángel Almeida, que el pobre falleció después.

-Es curioso que en muchas ocasiones cuando se ha buscado entrenador saliera su nombre...

-Siempre ocurre cuando has hecho algo bueno en el pasado... Una vez estuve muy cerca de regresar, cuando entrené en Lérida, pero no se cerró. Claro que volvería. Me encantan la ciudad, el club, la gente.

-Sufrió problemas con las instalaciones. Hoy sigue todo igual.

-Ya lo sé. Tras ganar en Manresa, no pudimos entrenar en San Pablo y nos quedamos cuatro días en Barcelona. Eso perjudicó al equipo. Jugamos bien el primer partido de la final contra el Barça, pero estar allí tantos días no nos vino bien. Nadie esperaba que llegáramos tan alto...

-En febrero dimitió como técnico del Cedevita tras caer en la semifinal de Copa con el Zadar...

-Fue muy mala noche. En esos momentos hay que dar la cara. Tras un partido tan malo, cuando pierdes por 20 ó 25, el entrenador debe poner su trabajo en manos de los dirigentes. Ellos querían que siguiera y mira dónde estamos, primeros en Croacia, con una racha de 11 triunfos seguidos entre Europa y la liga, en Treviso...

-Aquí apenas se conoce al Cedevita, ¿qué puede contar?

-Es un equipo nuevo. Por primera vez, un club tiene capital privado, como en España o Italia. La Cibona o el Zadar son equipos económicamente conectados con la ciudad, con las empresas del Estado. Por primera vez un enamorado del baloncesto invirtió su dinero, hace dos o tres años, y en un periodo muy corto hemos conseguido un milagro. El presidente, Emil Tedeski, es uno de los hombres más ricos de Croacia.

-¿Es cierto que es el único club de Croacia al día en los pagos?

-Sí. Siempre paga a primero de mes, aquí cada uno hace bien su trabajo. En caso de que la próxima temporada entremos en la Euroliga, el presupuesto puede estar en tres o cuatro millones de euros, pero ahora es de 1.200.000 para la primera plantilla. No se vuelve loco gastando y da resultados.

-Su estrella y MVP de la Eurocup, Draper, ha renovado dos campañas. Defina a su mejor hombre.

-Sí, además es croata desde hace 20 días. Ya tiene el pasaporte y va a jugar con Croacia el Eurobásket de Lituania. Es un todoterreno, hace todo lo que necesita el equipo para ganar. Es un director que lee bien el juego y también anota. Es más feliz cuando da 10 ó 12 asistencias que metiendo puntos. Lo vi en la liga de verano de Las Vegas y lo firmamos lo más rápido que pudimos porque había siete u ocho equipos tras él. Ahora está muy contento en Zagreb.

-¿Cómo lleva a Bracey Wright, que tiene un carácter muy difícil?

-He tenido siempre un buen comportamiento con los americanos. En Sevilla me pasó con Anderson, Scott, Kidd, Alexander, Frank, Donaldson... Conozco su cultura y a mis órdenes se sienten muy a gusto. No tengo ningún problema. En mes y medio, Wright está enamorando a todos. En el último partido logró 32 puntos y 44 de valoración.

-¿Sigue fiel a su estilo de correr y tirar, de lanzar de tres mucho...?

-Siempre he sido distinto de los demás. Todo el mundo quiere ganar desde la defensa, que por supuesto es importante, pero prefiero hacerlo metiendo un punto más que el contrario, no recibiendo uno menos. Además, hay que tener a la grada contenta jugando 50 ó 60 partidos en la temporada y no quiero ganar jugando feo, sino bonito.

-¿A qué aspira en Treviso?

-Llegamos en muy buen momentio, pero en las semifinales jugamos contra el mejor de los cuatro, a priori. El Unics es el claro favorito. Pero nosotros hemos ganado en Kazan jugando muy fuerte. Tenemos nuestras opciones, quizás no más del 25%-30%, aunque en estos 40 minutos jugaremos con riesgo muy alto. Llegamos con la idea de divertirnos. Además, como Treviso está a tres horas y media de Zagreb, vamos a tener un gran apoyo de nuestra afición. Seguro que vamos a disfrutar. No digo que ganemos seguro, pero sí que jugaremos a tope y con el reto de poner contra las cuerdas al Unics.

-¿Cuántos hinchas irán?

-Como mínimo, 1.000 personas, en sus coches o en autobuses.

-¿Cómo ve a la Benetton?

-Conozco bien a mi amigo Repesa. Llegan tras una etapa con varios lesionados y juegan en casa. En principio, es más favorito que el Cajasol, del que me ha sorprendido mucho las últimas derrotas en la ACB.

-¿Cuántas finales disputó como jugador?

-No llevo la cuenta. Muchas. Tengo bastante experiencia.

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