Como niños de la guerra

cai zaragoza | cajasol · la previa

Necesidad Los jóvenes valores cajistas tienen que dejar ya a un lado su inexperiencia y bisoñez y dar un paso adelante por el bien del grupo Estadísticas La cuarta defensa de la Liga recibe al peor ataque

Balvin, Burjanadze y Corrales, que debuta en una convocatoria del primer equipo en ACB, caminan por Santa Justa antes de tomar el AVE con dirección a Zaragoza.
Balvin, Burjanadze y Corrales, que debuta en una convocatoria del primer equipo en ACB, caminan por Santa Justa antes de tomar el AVE con dirección a Zaragoza.
Pablo Salvago / Sevilla

18 de noviembre 2012 - 05:02

Hay veces en que los niños no tienen tiempo para disfrutar de su niñez. Momentos en los que a los pocos años las circunstancias los obligan a hacerse hombres antes de tiempo. Le ocurre a los niños de la guerra, a los de cualquier guerra, que descubren por adelantado lo que les tocaba comprender mucho más tarde. Salvando las distancias y a modo de comparación mucho más bonancible, le pasa a los jóvenes valores de un Cajasol que están metidos en una batalla, la Liga ACB, en la que la juventud no puede ser una excusa para un grupo que tras siete jornadas casi sigue de pretemporada.

Muchos canteranos han tenido que hacerse profesionales de la noche a la mañana fruto de la economía de guerra instaurada en el club y porque los nuevos no han dado aún la talla esperada. Seguramente no era aún su momento, pero el grupo necesita que reaccionen porque son el sustento y el futuro de un equipo que, probablemente, volverá a cambiar muchos cromos el próximo curso. Satoransky y Sastre tuvieron más tiempo para formarse que Balvin, Burjanadze, Corrales, Radicevic o Porzingis, pero la aportación de éstos es si cabe ahora más importante de la que tuvieron los dos primeros en su estreno en la ACB.

La rotación del Cajasol de Aíto es corta y, en muchos casos, inexperta o deficitaria en calidad. Tepic está señalado por su bajo rendimiento; el nivel de Holland y Asbury es impredecible; y Bogdanovic y Triguero no son los sólidos líderes que se esperaba; y Dozier, pese a las buenas sensaciones mostradas ante el Estrella Roja, necesita entrar en la dinámica del grupo a marchas forzadas porque, oficialmente, su contrato caduca cuando se recupere un Buckman que también está en el ojo del huracán por sus prestaciones.

Sólo Satoransky, espectacular en el último duelo de Eurocup, ha dado de momento el paso adelante esperado, pero necesita más apoyo y con una mayor regularidad. Sobre el checo, precisamente, se centrarán las miradas este mediodía en el Príncipe Felipe, donde espera un CAI Zaragoza dolido porque se siente agraviado por el fallo del CSD, que sí consideró jugador de formación al cajista y no a Norel. Este asunto extradeportivo marca la actualidad para los locales, pero no para un Cajasol que llega con una sola victoria y seis derrotas en su casillero, la última especialmente dolorosa ante el que será un rival directo por la permanencia como el CB Canarias.

El cuadro hispalense necesita ganar para espantar fantasmas y cargar de moral al grupo. Cierto es que se le han escapado partidos que pudieron caer de su lado con algo de suerte o una mayor experiencia y que la mejora es evidente día adía, pero el tiempo apremia. Cada vez valen menos las excusas de juventud y bloqueos mentales utilizados ya varias veces. Hay que ganar como sea, porque la presión aumenta con cada derrota y cada vez le costará más sacar la cabeza a un grupo joven que debe crecer a pasos agigantados.

Aíto García Reneses, pese a todo, se siente con fuerza. Y no le tiembla la mano para seguir tirando de los más jóvenes. De hecho, volverá a contar con Corrales, que ya debutó el miércoles en la Eurocup, para darle un respiro a Satoransky en la dirección y completar una convocatoria de la que se han quedado fuera Radicevic, que ha estado en Serbia arreglando papeles, y Porzingis, que no aparece por el banquillo desde la primera jornada. La medida afecta a Tepic, que apenas dispuso de tres minutos el pasado miércoles y es el veterano que menos cuenta para el técnico con una media de 11 minutos. El club negocia la salida del balcánico para poder dotar al equipo de otras piezas necesarias y que aporten más, pero mientras se llega a un acuerdo es un jugador más a disposición del entrenador. Otra cosa es el uso que éste haga de él.

Por su parte, el conjunto que dirige José Luis Abós afronta el choque cargado de moral tras sumar dos triunfos consecutivos contra los dos equipos que estaban siendo la revelación de la temporada, el Blusens Monbus (76-58) y el Estudiantes (68-83). Se trata de bloque compacto en el que nadie destaca y nadie desentona, que fía su suerte en una dura defensa a la espera de que algún jugador encuentre la inspiración ofensiva para echarse por un momento el equipo a su espalda, como hizo la semana pasada el islandés Stefansson o en la anterior el estadounidense Roll y el holandés Norel.

El nuevo rol de Norel, que deja de ser jugador de formación, no supondrá un problema para los maños, que cuentan con otros cuatro cupos. Uno de ellos, Adrián García, quien militara en el filial del Cajasol en la campaña 08-09, es duda por un problema físico aunque parece que podrá sentarse en el banquillo de la cuarta mejor defensa del campeonato, que recibe al peor ataque de la Liga.

Dijo Abós en la previa del encuentro que "el Cajasol está a punto de explotar". Hoy sería un gran momento para conseguir el espaldarazo necesario en la Liga, el punto de inflexión soñado, pero quizá sea el próximo miércoles, quizá la semana que viene o cuando lleguen los esperados refuerzos. Quién sabe, pero cuanto antes sea, mejor.

stats