"Sueño con la vuelta a los títulos y a las fotos que veo en todos lados y en el vestuario". Esta frase la pronunció Míchel el 15 de diciembre, en vísperas del Sevilla-Málaga. Este martes su mensaje en la edición nacional de Radio Marca era bien distinto. El ya ex técnico sevillista no pudo evitar evidenciar los síntomas de una dolorosa resaca tras su destitución. Siempre se declaró enamorado de la ciudad e ilusionado con el Sevilla y no pudo evitar expresarse con cierto resentimiento, desde el que echó de menos un discurso menos grandilocuente de José María del Nido.

Míchel, que criticó a cierto sector de la prensa que se inmiscuía en su forma de hacer las cosas y lanzó varias andanadas directas al ex delegado Cristóbal Soria por hablar de "gomina y corbatas en lugar de trabajo", también se quejó de que el Sevilla y sus rectores estaban instalados en una visión alejada a la "crisis" que atraviesa el club. "El Sevilla está inmerso en una crisis, una profundísima crisis, y quizá José María del Nido, con el que me ha unido y me sigue uniendo una magnífica relación, tendría que haberse parado a reflexionar y pensar de otro modo, haber pensado antes en ir partido a partido".

El madrileño dejó entrever cierto resquemor con que a Unai Emery le haya dado Del Nido un plazo de año y medio, cuando él tuvo que renovar por un año. "Ante la prensa y la afición no es lo mismo decir: Míchel firma por tres temporadas, creemos en él para un proyecto nuevo a largo plazo, que firmar por un año y hablar de luchar por la Champions o la Liga Europa. Tendríamos que haber empezado de cero". "Pero después de haber ganado tantos títulos y haber tenido tantos éxitos yo no soy nadie para decirle a Del Nido cómo tiene que hacer las cosas, porque así les ha ido muy bien estos años", matizó. Y dijo haber disfrutado muchísimo del club, con un pero: "Lo único que envidio a mis antecesores es que yo no he podido disfrutar de la afición por la gran división social".