Unai Emery no se sale de su guión. En sus cuentas entraba poder fallar en Málaga, por la enjundia del rival y por ser un partido distinto y especial para la afición local, y el empate cosechado, pese a que aleja al equipo de la séptima plaza a cinco puntos, no es algo catastrófico para el guipuzcoano. De vuelta de Málaga, el entrenador realizó su habitual análisis pospartido en su blog personal y en él siguió insistiendo en que, pese al pesimismo que se ha instalado en gran parte de la afición, el Sevilla aún puede agarrar el séptimo puesto. Para ello, Emery cuenta con el lento crecimiento de su equipo y su fortaleza en casa, donde debe recibir a dos rivales que se juegan la Champions. Y también cuenta con que esa leve mejoría que atisbó en Málaga, en un ambiente hostil, tenga su definitivo refrendo en Pamplona. Desde luego, todo pasa por sumar el tres de tres, algo en lo que Emery aún cree.

Según su optimista visión, el Sevilla regresó de La Rosaleda "con el optimismo al ver que el equipo está en la línea de querer y poder cuando todavía quedan tres jornadas". "El séptimo puesto está difícil, pero no vamos a desistir", añadía poniendo el acento en su voluntad y la del equipo de no tirar la toalla mientras existan posibilidades matemáticas.

Las cuentas del entrenador de Fuenterrabía, incluso antes de jugar en Málaga, eran las de ganar los dos partidos de casa, fiado como sigue a la fortaleza del Sevilla en Nervión, y al menos uno de los dos que tenía pendientes fuera. No ganar en un campo difícil como La Rosaleda entraba dentro de sus previsiones y ahora ya sabe que tendrá una auténtica final en Pamplona siempre y cuando el sábado supere a una Real Sociedad que mantiene un tour de force con el otro rival con el que el Sevilla cerrará la Liga en casa, el Valencia, por la Champions.

El optimismo de Emery se fundamenta más en la evolución de las sensaciones que su equipo está dejando a domicilio que en la realidad de los números. "Estamos vivos después de un partido en el que hemos controlado y generado ocasiones suficientemente claras como para marcar al menos un gol", afirma Emery en su análisis sobre el escaso punto sumado en Málaga, donde su equipo evidenció similares males a los que había venido mostrando como visitante, si bien con leves síntomas de mejor juego que, una vez más, no se plasmaron. "Por supuesto no nos conformamos con este resultado, pero vamos a insistir hasta el final y siempre con una predisposición buena y pensando que podemos lograrlo, porque aún se puede", insiste un Emery que quiere insuflar todo su ánimo a su equipo.

Desde su llegada a mediados de enero, el técnico no ha logrado variar la dinámica del Sevilla como visitante, incluso ha sumado menos puntos que Míchel, 4 en ocho encuentros por los 6 en diez citas foráneas que logró el madrileño, gracias a aquel único triunfo en Riazor y a tres empates.

En las ocho salidas desde que el guipuzcoano se hizo con el banquillo, al inicio de la segunda vuelta, el Sevilla acumula cuatro empates y cuatro derrotas. De hecho, en una hipotética clasificación de los partidos de fuera en esta segunda vuelta, el Sevilla seguiría en los puestos bajos de la misma, concretamente en el puesto decimoctavo. Sólo el Mallorca y el Zaragoza muestran peores números que los sevillistas a domicilio. Incluso dos equipos en puestos de descenso como Deportivo y Celta han logrado más puntos en este periodo que el Sevilla, que sólo ha marcado ocho goles por los 14 encajados.

Emery, sin siquiera querer mirar la opción del octavo puesto, ya que además de ser poco estético no depende de él, sí cuenta con que el Málaga tiene un partido menos y puede fallar en casa ante un Deportivo que se lo juega todo y en el Camp Nou. El Betis, en cambio, tiene un calendario mucho más amable... Con todo, mantiene su fe en esa mejoría que él atisba en el Sevilla. De ahí que traslade el mensaje de que, para ganar a la Real Sociedad, debe "trabajar e insistir en todo lo bueno que estamos haciendo en las últimas semanas".