Parco y directo tanto en el verbo como en el césped

Raul Rusescu (Ramnicu Valcea, 8 de julio de 1988) fue presentado ayer en la nueva Fábrica de Cruzcampo-Heineken, donde se mostró impresionado por todo lo que conlleva su nueva aventura. En un escueto pero valiente español, desveló su felicidad, su ilusión y su promesa de excelencia. "En la próxima comparecencia hablaré mucho mejor", dijo con humildad.

"Para mí venir aquí, a la Liga española y al Sevilla FC, es un paso muy importante para mi carrera, estoy muy feliz de estar aquí", comenzó Rusescu, que dejó claro que "lo más importante es que gane muchos partidos y muchos títulos con el Sevilla". "Y también, por supuesto, me gustaría marcar muchos goles. Ya he hablado con el míster y sé lo que quiere de mí", dijo antes de despedirse. "Es una fábrica impresionante, y es un placer haber sido presentado aquí".

Monchi lo definió futbolísticamente. Rusescu es tan parco en palabras como directo, al igual que le pasa con el balón. No lo manosea, sino que a la primera busca el gol: "Tiene buena movilidad, buen primer contacto de balón, remate con ambas piernas y puede jugar tanto de única referencia como por detrás del punta, ya sea con un compañero o solo. Buscamos un complemento más para la delantera que pueda aportarnos esa versatilidad", dijo Monchi, que esperó una fácil adaptación por carácter e idioma.