José Castro ha tenido este miércoles su puesta de largo como presidente del Sevilla en una comparecencia ante los medios antes de partir al frente del equipo hacia Friburgo. Castro ha repasado varios temas de actualidad y tratado con firmeza aspectos como el de su posible papel como presidente del club, en caso de ser ratificado su cargo en la Junta de Accionistas del próximo martes 17.

"Al club hay que dotarlo de lo que ya tenía, tranquilidad en todos los sentidos. El club continúa con las mismas estructuras y capacidad de gestión que tenía hasta ahora. Soy presidente en funciones y hay que esperar a que el Consejo decida quién será el presidente de la entidad. En todo caso lo que tengo claro es que estoy ilusionado de ser presidente del Sevilla, como no puede ser de otro modo como todos los sevillistas, y más una persona como yo, que ha vivido todo, la parte dura y la bonanza de los últimos años. Tengo una ilusión especial de ser presidente como cualquier sevillista", señaló ante los medios.

Sobre Cruz y Monchi. "Está igual de cerca de entrar. Es una persona muy válida, que puede ayudar mucho a la entidad y estoy convencido que estará con nosotros en los próximos años. No tengo ninguna duda, ninguna, de que Monchi va a cumplir su contrato con el Sevilla".

Sus ideas para el club. "Las personas somos diferentes, cada uno tenemos nuestro estilo propio, pero venimos de la misma sociedad refiriéndose a Del Nido), de la misma idea de gestión y hay una estructura ya consolidada que ha dado resultados positivos en los últimos años. Aquello que no haya que cambiar, no se cambiará y si hay algo que cambiar, no me temblará el pulso. El presidente del Sevilla tiene que tener autonomía propia en todos lo sentidos y si no, no puede ser presidente de Sevilla".

Los últimos días de la era Del Nido. "Hemos vivido estos días con el sufrimiento propio de un amigo, de un compañero de Sevillistas de Nervión, y de una persona con la que he trabajado muchos años codo con codo. Yo no creo que pierda músculo con su marcha. El Sevilla es muy grande y lleva muchos años funcionando con José María del Nido y sin José María del Nido. Son épocas, unas acaban y otras empiezan. Nadia va a discutir que la etapa de Del Nido ha sido la más brillante de la historia, eso lo dicen los títulos y la gestión".

Hasta la Junta de Accionistas del próximo martes 17, la de José Castro será una presidencia en funciones. Una Junta que debe ratificar al nuevo consejo de administración, que será presentado con la principal novedad del regreso de José María Cruz. Todo apunta a que este nuevo consejo elegirá al empresario utrerano como el hombre que regirá los destinos del Sevilla en los próximos años. El Sevilla inicia así una nueva era que debe ser confirmada la semana que viene. Será una etapa distinta en algunos matices importantes, pero con similares estructuras a las de la última década.

La principal diferencia estribará en la presidencia, claro está. El Sevilla será un club mucho menos presidencialista que con José María del Nido. Castro es un hombre más diplomático y más medido a la hora de hablar en público, y también de tratar en privado con la plantilla y los profesionales del club. Pero está respaldado por una amplia experiencia, como destacaba este martes la web del club, que recordaba que fue uno de los fundadores de Sevillistas de Nervión en 1997 y un hombre clave en momentos delicados, además de señalar que como consejero en el equipo de Roberto Alés "su intervención fue fundamental para relanzar al equipo, sobre todo porque tomó parte decisiva en la contratación de su paisano Joaquín Caparrós, tras un encuentro fortuito con el utrerano Paseo de la Consolación". Anteriormente había sido vicepresidente con Rafael Carrión, con un receso como consejero de Roberto Alés, para volver a la vicepresidencia con Del Nido desde 2002. A sus 55 años, será el tercer miembro de Sevillistas de Nervión, tras Alés y Del Nido, en llegar a la presidencia.

Él y José María Cruz comandarán al nuevo Sevilla con un trabajo más colegiado, en equipo, en el que el consejo dejará de ser un órgano meramente consultivo, como había sucedido en los últimos tiempos. El propio Cruz ha sido clave para que Manuel Vizcaíno siga, pues quiere descargar en él parte de las tareas directivas. Y así hará con otros consejeros, algo similar a como funcionó el Sevilla a la llegada de Del Nido en 2002.