Nadie pregunta cómo va el tema de su renovación, ni siquiera el club, pero el contrato de Coke termina el mismo día que el de Ivan Rakitic, cuya ampliación estaba considerada como una prioridad desde que comenzó la temporada y, tras dos reuniones con su hermano y representante, las posturas estarían cerca de llegar a un acuerdo, según explicó la semana pasada José Castro.

Coke cortó el domingo al fin la mala racha de resultados del equipo de Unai Emery, que no sumaba los tres puntos desde el 5 de enero. El enésimo tanto fruto del trabajo de la estrategia resultó tremendamente valioso ante el Rayo Vallecano y para el lateral madrileño significaba su tercer gol en la presente Liga, el quinto oficial en esta campaña si contamos los dos que anotó en Podgorica ante el Mladost (1-6) en la vuelta de la primera eliminatoria del play off de la Europa League.

Coke es un lateral que sufrió en el Sevilla en su primera campaña en Primera, en la que, sobre todo defensivamente, le costó cierto trabajo entender el ritmo de la máxima categoría, a la que llegó procedente del Rayo. Pero su crecimiento ha sido positivo desde entonces y, pese a haber llegado al vestuario sevillista en este tiempo dos competidores para su puesto como Cicinho y Figueiras, el madrileño sigue siendo un hombre con peso en los planes de Emery.

Coke llegará al próximo verano en el último año de su contrato. Quizá no haya que tener tantas prisas como con un jugador como Rakitic porque, evidentemente, su cotización en el mercado no es equiparable a la del suizo-croata, pero los responsables de la planificación deportiva deberían pensar qué planes tienen para este jugador. En teoría, cuando llegue el final de la presente campaña debe ser el momento para tratar estos temas, pero no está nada claro por cuanto el Sevilla tiene en su nómina a otros dos laterales derechos, Figueiras y Cicinho. De momento, el Sevilla no se ha dirigido ni a él ni a su representante ni siquiera para comunicarle las intenciones que tiene de cara al futuro. Mientras, Coke demuestra que es un futbolista quizá poco mediático, pero de los que los entrenadores desean tener en una plantilla. Sus prestaciones, tanto en defensa como en ataque, han ido en aumento. Si bien Emery empezó dándole la confianza a Figueiras, el madrileño acumula ya 15 encuentros de Liga jugados, uno más que el portugués, y unos 200 minutos más en el cómputo global.

Y si en defensa Coke garantiza, cuando menos, más seguridad por alto al ser un jugador con un excelente juego aéreo pese a que no es excesivamente espigado, en ataque un año más se ha vuelto a destapar como un jugador importante. Si ya llegó al Sevilla con la vitola de sus buenos números en ataque (12 goles en sus dos últimas campañas en el Rayo), en la pasada temporada en el Sevilla le puso firma a tres goles, dos al Zaragoza y uno al Espanyol. Y no sólo tiene el registro del remate de cabeza, como marcó el pasado domingo, sino que dispone de un golpeo más que interesante. Marcó ante el Barça el 2-2 que luego no sirvió para ganar y ante el Levante.

Coke espera. No quiere los focos de Rakitic, pero es de ese tipo de jugadores que hacen plantilla y a los que luego cuesta encontrar sustituto.