"La base del éxito es la humildad y el respeto a los rivales". La frase salió de Unai Emery, pero lo mismo podría haberla dicho José Castro, Monchi o Fernando Navarro. Desde el entrenador al presidente, pasando por el director deportivo y el capitán, se puede concluir que es un lema tan grabado a fuego en Nervión que incluso podría ser la consigna del Sevilla, del club. Y llevarla a cabo implica también jugar cada partido como si fuera único. Hoy toca el Almería y Emery no quiere ningún despiste con la final de Varsovia. Que festeje la grada, pero sus jugadores aún tienen un camino que recorrer.

"Nosotros marcamos claramente nuestra ruta en el partido de mañana contra el Almería y el del sábado en Málaga, porque tenemos un camino abierto hacia el cuarto puesto que supondría jugar la previa de la Champions", aseveró. ¿Y todavía cree que el Sevilla tiene algo que decir en la Liga? "La final aún no da acceso a jugar Champions porque está al 50-50 entre el Dnipro y nosotros. Seguimos vivos en las dos vías y no podemos renunciar a ninguna", argumentó.

El entrenador sevillista quiere despedir el curso en Nervión con un triunfo independientemente de lo que haga el Valencia, que si gana ya sellará herméticamente su cuarta plaza. "Llegar a la final es un logro importante y la preparación del día 27 va a estar ahí, pero no nos puede desviar del Almería. Estamos a tres puntos del Valencia y quedan seis. Mañana cerramos la temporada en nuestro estadio y es un marco inmejorable para ver un gran partido y competir exponiendo lo máximo", explicó.

Con Emery no caben medias tintas ni bajar los brazos. Ni siquiera salió a colación la posibilidad de que el Sevilla logre el récord histórico de puntos, 71. La cuarta plaza sigue motivando al técnico de Fuenterrabía y ni siquiera el hecho de que estuviera dos años en el Almería y que éste se juegue la vida ablanda la exigencia del técnico: "Hay implicación directa del Almería, con el que viví dos años que no olvidaré desde el agradecimiento. Con el máximo respeto y cariño, vamos a querer ganarles por nosotros, sin que eso quite que yo quiera que se salve pero teniendo respeto también hacia todos los equipos. Son situaciones incómodas, pero en las que la profesionalidad siempre va por delante".

Tampoco dejó claro si realizará muchas rotaciones. "El equipo ha crecido en ese gen competitivo constante y eso no podemos perderlo. Esa competitividad hay que mantenerla en el entrenamiento y en el partido. Cómo estar es más importante que quién vaya a estar".

En su comparecencia también salió a colación la semana tan difícil que ha pasado el técnico, cuyo padre falleció el domingo pasado. "Ha sido una semana con dos polos opuestos para mí, con el fallecimiento de mi padre y luego el pase a la final. Estoy muy agradecido a todos los que han estado cerca con lo primero, que son los mismos que también estuvieron el jueves después del partido. Gente del fútbol y amigos que no tienen nada que ver con mi profesión y que se alegran de que las cosas estén saliendo bien y de que podamos seguir generando ilusiones".

Y, por último, devolución de deferencia hacia Pepe Mel, quien armó cierto revuelo porque felicitó al Sevilla por su éxito europeo. "A nivel deportivo todos tenemos que generar un respeto y no veo mal que Pepe Mel felicitara al Sevilla. Si el Betis sube también deberá tener sus felicitaciones, más allá de que cuando nos enfrentemos defendamos cada uno lo nuestro con una rivalidad alta y  mucha tensión". Y volvió a reiterar el concepto respeto.