Aunque el Sevilla esté intentando contentar a Unai Emery con la llegada del francés Adil Rami, el hombre preferido para reforzar el centro de la defensa y la primera opción para los técnicos en esa demarcación, tampoco se olvida de un jugador de otro perfil que también podría llegar, principalmente como recambio, más que de Pareja, de Alejandro Arribas, defensa a todas luces prescindible que con algunas de sus actuaciones se ha ganado el cartel de transferible este verano, sobre todo con la exigencia de la Champions. En el Sevilla llevan tiempo pendiente de un joven central paraguayo que juega en la liga argentina, concretamente en Lanús, el club del que llegó -y regresó- Lautaro Acosta. De sólo 22 años de edad y un físico imponente, Gustavo Gómez ha levantado el interés no sólo del Sevilla, sino de otros clubes españoles como Villarreal o Valencia, aunque estas opciones se han disipado para el paraguayo, sobre todo tras quedarse fuera de la lista de Ramón Díaz para la Copa América por diferencias con el técnico.

Gustavo Gómez es un central zurdo, con 1,86 de altura y que destaca por su robustez para el cuerpo a cuerpo -justo lo que le ha faltado a Kolodziejczak-, además de haber demostrado oficio para jugar también de lateral. En este sentido habría que tener más reservas por el tipo de rol que Emery le da a sus laterales. En Italia, por un interés del Nápoles, se filtró que Lanús exigía 5 millones de euros por su fichaje.