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El Madrigal, del gusto del Sevilla y de Emery

  • Los rojoblancos no han perdido en sus cinco últimas visitas a Villarreal y sólo han cosechado cinco derrotas en diecinueve partidos oficiales.

El estadio de El Madrigal, próxima parada de los de Emery, presenta unos precedentes halagüeños para los blancos, que no han perdido en sus cinco últimas visitas a Villarreal y sólo han cosechado cinco derrotas en diecinueve partidos oficiales.

Igualmente, el técnico de Fuenterrabía también presenta en su trayectoria unos números bastante favorables ante el equipo castellonense, con el que se ha medido 14 veces en la Liga saliendo vencedor en la mitad de ellas, con cinco empates y sólo dos derrotas.

La temporada pasada, el Sevilla batió en cuatro ocasiones al equipo de Marcelino, dos de ellas en Villarreal: 0-2, con goles de Coke y Vitolo, en su visita liguera y 1-3, con tantos de Vitolo, M'Bia y Gameiro, en la ida de los octavos de final de la Liga Europa.

En la Liga anterior, la 13-14, el Sevilla también ganó en Villarreal (1-2, Cala y Bacca), donde empató los dos anteriores encuentros y no pierde desde 2010, cuando se inclinó por la mínima con un tanto del brasileño Nilmar.

Las otras cuatro derrotas del Sevilla en El Madrigal llegaron en las temporadas 09-10 (3-0, con goles de Rossi, Llorente y Pires), 07-08 (3-2, a causa de un doblete de Guille Franco y un gol de Mati Fernández), 02-03 (1-0, con diana de Belletti) y en su primera visita, en la campaña 97-98, en encuentro de Segunda División, cuando el Villarreal venció por 3-0 con tantos de Salillas, Christiansen y Saavedra.

El Sevilla ha jugado 19 veces en el campo del Villarreal, contando encuentros de Primera, Segunda, Copa del Rey y Liga Europa, en los que ha cosechado siete victorias, otros siete empates y las referidas cinco derrotas. Muy recordados fueron los dos enfrentamientos de la promoción de ascenso a Primera con Marcos Alonso en el banquillo sevillista. Los blancos ganaron en la ida con dos goles de Tsartas en El Madrigal y certificaron el regreso a Primera con un tanto de Quevedo en el Sánchez-Pizjuán. Por entonces, Monchi, colosal en la ida, era el portero del Sevilla.

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