Informe Técnico · Sevilla-Mirandés

Sólo Banega templó al final

  • El Sevilla baja la efectividad y juega al filo de la navaja, pero se impone.

Los cambios terminaron dándole la razón a Unai Emery. Un cambio de orientación de Banega propició, por fin y sobre la bocina, un buen centro de Mariano que Krohh-Dehli bajó para que Vitolo hiciese el 2-0. Pero quizá se precipitó el técnico quitando a Reyes en el momento en el que el utrerano había encontrado un puesto de mando en la derecha para fijar al inquieto Mirandés. La entrada de Banega, clave al final, no sirvió para templar un partido que, por ocasiones, debió haber deparado una renta mayor al Sevilla en los 90 minutos. No tuvo la suficiente efectividad, también por la mediación del meta Raúl, y el Mirandés llevó peligro a la espalda de Mariano. Allí sufrió Carriço y se ausentó Iborra en su misión de cubrir la espalda al lateral.

Como ante Athletic y Málaga, al Sevilla le costó un mundo hilvanar el juego desde atrás y sacudirse la presión del entusiasta Mirandés. Para unir las líneas salió Banega, pero entró frío a un partido demasiado vivo en el que N'Zonzi intentó romper la presión con criterio. No encontró ayuda en Iborra, muy fallón, ni en Konoplyanka, en su mundo. De ahí que buscara el único punto caliente del ataque sevillista, la conexión Mariano-Reyes. Sin el utrerano, el Sevilla atacó a arreones, pero se topó con el meta visitante. Raúl retardó el desenlace final.

Defensa

Sin Krychowiak, N'Zonzi se erigió en el tercer central. El francés ha crecido enormemente en esa faceta: fue un baluarte para el juego aéreo y fue de verdad a los muchos choques. El Mirandés presionó arriba y provocó algunos fallos en la salida. Su mejor ocasión llegó por un error doble de Carriço, que concedió un saque de banda evitable y permitió entrar en el área a Fran Carnicer, cuya dejada mandó al palo Sangalli. Por el costado del portugués hubo una vía de agua en la segunda mitad y Emery se vio forzado a sacar a Krychowiak para que tabicase el pasillo que había a la espalda de Mariano y Vitolo. Aun así, el Sevilla no sufrió en exceso, salvo en centros y disparos desde lejos que supo defender con intensidad.

Ataque

Al Sevilla le costó encontrar las parejas adecuadas para darles continuidad a sus conexiones. N'Zonzi proponía, pero Iborra no seguía su pista y, por su flanco, Konoplyanka no se entendió ni con el francés ni con Escudero. Por la derecha, Mariano tardó en soltarse y cuando lo hizo Reyes agradeció la ayuda de un buen cómplice. Por el centro, ni Krohn-Dehli ni Banega combinaron con limpieza con Gameiro. En la primera parte, apenas una única conexión con Konoplyanka y Reyes posibilitó una llegada de verdad. Gameiro se topó con Raúl y Krohn-Dehli la mandó fuera (46'+). En la segunda, hubo muchas más llegadas y ocasiones. Vitolo fue vertical y sí conectó con Gameiro.

Virtudes

Buscar el segundo gol hasta el final. El crecimiento de N'Zonzi.

Talón de aquiles

Demasiado tiempo al pairo del rival: no sabe cerrar los partidos.

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