Alavés-Sevilla: Que no sea una Copa de más

La previa

El equipo de Matías Almeyda visita al Alavés en el único partido entre equipos de Primera de los dieciseisavos de final con el prurito de confirmar la confianza recuperada

Buenas noticias para la Copa: Suazo y Januzaj forman ya en la convocatoria

Januzaj, que vuelve a estar disponible, encabeza un grupo en un entrenamiento.
Januzaj, que vuelve a estar disponible, encabeza un grupo en un entrenamiento. / JUAN CARLOS VAZQUEZ

En estos tiempos de anticipación de las calendas y caducidad de los ritos alguno ya estará incluso saturado de comidas prenavideñas. Y puede que antes de que llegue la Navidad ya haya alguna copa de más. ¿Será así para este Sevilla tan necesitado de calor y tan desdeñado por contingencias como las sanciones federativas o los sorteos coperos? El de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey deparó un único duelo de Primera División y, vaya casualidad, le tocó de nuevo a domicilio al equipo de la categoría de oro que lleva más tiempo sin jugar un partido único de este torneo ante su gente. Concretamente desde un Sevilla-Levante (3-2) disputado el... 21 de enero de 2020.

Para un lustro va ya. Para rebelarse contra ese pertinaz desdén de los hados debe ganar hoy el Sevilla. Y para ganar autoestima. Y para demostrarse esta noche en Mendizorroza que lo del Oviedo no fue flor de un día, llamada a marchitarse tan rápidamente como la que nació, creció y murió en la goleada del Barcelona. Que no haya otro in ictu oculi, en un abrir y cerrar de ojos, que dejó perplejos a los suyos con una pésima racha que asomó al equipo al abismo de los puestos de descenso cuando parecía que Matías Almeyda lo tenía todo controlado.

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Infografía / E.F.

Ganar hoy ratificaría que ha vuelto aquel Sevilla que asomó al inicio de la temporada con triunfos solventes a domicilio para dar pie a una esperanza luego ajada. No hay ni que mirar siquiera al partido del sábado en el Santiago Bernabéu, justo tres días después. Allí ha tenido poquillo que rascar casi siempre el Sevilla y no está el horno para bollos de sorpresas de tamaño calibre. Por eso la ratificación de la mejoría mostrada el domingo pasado debe ser hoy, para que no quede la duda de que la goleada fue otro fugaz y falaz guiño del destino ante un rival sin enjundia alguna. Será una empresa dura, ya lo dijo Almeyda.

El técnico argentino recupera efectivos más allá de Peque e Isaac tras sus respectivos partidos de sanción. Ambos están llamados a un once en el que ya faltarán los nigerianos Ejuke y Akor Adams. Viajaron entre los expedicionarios además dos de los que salen de la larga nómina de lesionados: Suazo y Januzaj. Quizá para rellenar la convocatoria o para integrarse como suplentes en el plan de partido.

Varios cambios debe haber respecto al once del domingo. Joan Jordán en circunstancias normales debería darle relevo a alguno de los centrocampistas aprovechando que vuelve a Mendizorroza. Allí tuvo continuidad en su cesión. Y Juanlu puede dar descanso al jugador con más minutos de la plantilla: Carmona. Igualmente podrían entrar Alfon o Peque por Alexis en la mediapunta.

Enfrente estará un Alavés con mejores sensaciones que resultados. “Tenemos más felicitaciones que puntos”, dijo el Chacho Coudet para ilustrar esa positiva imagen que su equipo no logra trasladar a los marcadores. El equipo babazorro llega a la cita tras su ardua batalla con el Real Madrid, que terminó perdiendo (1-2) para sumar la cuarta derrota en sus últimos cinco partidos ligueros, racha negativa que tiene la única excepción de un triunfo por la mínima frente a la decadente Real Sociedad (1-0). Por eso llegará a la cita enrabietado por rebelarse también.

Cada uno tiene sus razones para rebelarse y el anfitrión tendrá de su lado el ardor de la grada, que suele emplearse a fondo en partidos frente a los grandes, y más si es definitivo como éste. El Sevilla mantiene esa aura de grandeza pese a su bajísima hora. Que no le sobre una copa de más.

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