La próxima semana, dicen los directores deportivos, comenzará el movimiento de los equipos en cuanto a fichajes, cuando se abra el plazo para que los clubes reflejen qué jugadores están sujetos a derecho de tanteo y cuáles no. Además, el Real Madrid, sobre todo, e incluso el Barcelona empezarán la operación salida para dejar huecos a los futuros fichajes, un buen puñado en el caso de los blancos. El Cajasol espera atento el devenir de los acontecimientos en las escuadras poderosas para ver a quién puede firmar aprovechando los descartes.

Jorge Garbajosa es uno de los hombres que interesan en San Pablo. Con contrato en el Real Madrid, Ettore Messina no cuenta con él para la próxima temporada a pesar de solicitar su incorporación el pasado verano. En condiciones normales, el caché del internacional español debería estar fuera de mercado para los hispalenses, pero la indemnización que recibirá por parte de los blancos por tener otro año más firmado y las dos temporadas ofrecidas para que recale en las filas de la plantilla cajista pueden convencer al jugador de Torrejón, que está pensando en el guiño lanzado por los sevillanos, teniendo en cuenta que la propuesta es buena, aunque no como podría ser la de un grande de la ACB o Europa, y que tiene mucha querencia a Andalucía tras su paso por Málaga.

Con 32 años, es una apuesta firme de Plaza, que ha solicitado al Cajasol un esfuerzo por traer a un veterano de calidad y que entra perfectamente en el perfil solicitado por el preparador catalán, pues el ala-pívot tiene como principal amenaza en el juego el lanzamiento exterior. El club no ha hecho oídos sordos y ha mandado a su agente una interesante propuesta.

Es en el puesto que ocupa Garbajosa donde acaba de perder el conjunto sevillano a su mejor hombre: Dusko Savanovic. Plaza quiere un sustituto de garantías para el serbio y el aún jugador del Real Madrid cuenta con virtudes muy similares a las del ex cajista, aunque con un peor juego de pies dentro de la pintura.

El refuerzo de Garbajosa colmaría de satisfacción a Plaza, así como la llegada de un artillero como Louis Bullock, que tiene las horas contadas a las órdenes de Messina, pese a quedarle un año más de contrato. Para convencer al escolta, que ya fue entrenado por el técnico cajista, también se le ha ofrecido un par de años.