Los enanos que le han crecido a Alestis de un tiempo a esta parte han acabado exigiendo un punto y aparte en la historia de la compañía aeronáutica andaluza. Los problemas de financiación y las tensiones de tesorería, las dificultades para hacer frente al programa del avión A350, con la consiguiente pérdida de confianza de Airbus, así como la complejidad de encajar a casi 200 trabajadores de la extinta Delphi han obligado a la empresa a plantear un giro en su gestión y una reestructuración de la cúpula.

El primero en admitir la necesidad de un cambio ha sido su consejero delegado y accionista mayoritario, Gaizka Grajales, que el miércoles pasado presentó su dimisión y cuyo sustituto se conocerá la semana que viene cuando se celebre el próximo consejo de administración. Pero, según fuentes del accionariado de la compañía, los planes pasan por renovar a todo el equipo gestor, dado que ha concluido la etapa de lanzamiento de Alestis y ahora empieza la industrial, que "supone un reto brutal, con entregas cada mes, y que exige otro tipo de perfiles y capacidades para pilotar la actividad". Durante la transición, el director general de Alestis, Diego García Galán, será el que tome las riendas del proveedor de primer nivel (tier one) andaluz.

El empresario vasco que sentó las bases de Alestis sobre su grupo aeronáutico Alcor -posee el 42,15% del capital- se ha visto obligado a abandonar su cargo presionado por el entorno. Las trabas para obtener financiación con la que afrontar las inversiones pendientes y el elevado pago a los proveedores ha sido uno de los factores. Pese a que hay tres entidades en el accionariado de Alestis -Banca Cívica con el 15%, Unicaja con el 14,3% y el BEF con el 6,8%-, la firma está sufriendo el cierre crediticio. De hecho, no ha saldado con éxito el préstamo que estaba negociando con un pool bancario, lo que ha precipitado la salida de Grajales. Esta frágil situación de tesorería ha llevado al retraso en el pago de las nóminas de febrero y a no aplicar las subidas salariales contempladas en convenio ni en 2011 ni en 2012.

Por otra parte, los problemas para diseñar y fabricar las dos piezas adjudicadas del nuevo avión de pasajeros de Airbus, A350, han desatado la desconfianza de EADS, empresa matriz de aquélla, que también figura en su accionariado (con el 1,85%). De hecho, y según las fuentes consultadas, el constructor ha retirado toda la ingeniería del programa a Alestis, siendo Airbus Military y Airbus Operaciones las encargadas de asumirla. La firma andaluza se hizo con el contrato de la panza o belly fairing del avión y el cono de cola del mismo.

El proyecto del A350 está en una fase crucial pues deberá volar de aquí a un año y no puede permitirse más retrasos. De ahí que Airbus esté dispuesta a "maniobrar en todo lo que sea necesario para que el programa salga adelante". Y si ello conlleva ayudar en la búsqueda de un nuevo consejero delegado, lo hará. Se buscará una persona que aúne un perfil técnico con habilidades en áreas como la gestión o la búsqueda de financiación, de ahí que uno de los nombres que sonaba, el de Juan Calero, director de Operaciones de Alestis -procedente del constructor europeo-, no encaje muy bien en los requisitos.

El factor laboral tampoco es menor en la situación de Alestis. La obligación de absorber a casi 200 ex Delphi ha sido una losa para la compañía. Tanto es así que, según fuentes sindicales, el ERE temporal planteado para éstos podría transformarse en definitivo en breve.