A principios del mes de septiembre, el Gobierno andaluz recogía, en su anteproyecto de Ley de Igualdad, la obligación para los centros de trabajo de empresas públicas de más de 500 trabajadores de instalar una guardería, con el objetivo de facilitar la conciliación de la vida laboral y familiar. Pues bien, Mercadona se adelantó once años a la iniciativa de la Junta y creó en 2004, junto al bloque logístico de Huévar, un centro de educación infantil para dar servicio a los trabajadores del centro, que son más de 600 en la actualidad. La guardería sigue funcionando hoy con normalidad, con 63 niños dados de alta y unos estándares de calidad alabados por empleados. Desde la empresa se señala que el concepto de innovación no sólo se aplica al producto o a los servicios, sino también a los recursos humanos.

Del centro se ocupan 16 personas, todas profesionales del ramo. Cuenta con una directora que es licenciada en Pedagogía, dos coordinadoras maestras de Educación Especial y el resto son técnicos superiores en Educación Infantil. "Los padres no sólo tienen la tranquilidad de dejar aquí a su hijo, sino que, además, la oferta educativa es muy completa. Es más un centro educativo que una guardería", señala Montserrat Oropesa, una de las coordinadoras. Efectivamente, los niños se organizan por edades (de cero a un año, de uno a dos y de dos a tres) y se aplica una programación reglada que abarca de septiembre a junio. En verano se realizan actividades más lúdicas, como juegos del agua. Y siempre se usa el juego para el fomento de la creatividad y la adquisición de conocimientos, con materiales elaborados por el propio centro u otros como piedras, hojas, corcho o carbón. Cada alumno cuenta con una evaluación personalizada. "Se hace a través de la observación -afirma Oropesa-; vamos viendo los puntos de progresión, la biomotricidad, si presta atención, si entiende su nombre. Ayudamos a detectar problemas y tenemos educadores especiales que se adaptan a la programación que necesite el niño".

También se trabaja en la creación de hábitos. Por ejemplo, se organiza el centro para que los niños puedan dormir a media mañana, siempre a la misma hora, para que adquiera la costumbre de la repetición. También se les enseña a adquirir sus propias capacidades, como aprender a comer o hacer sus necesidades por sí mismos. Y en el caso de los más pequeños cada niño está identificado con un logo, con el objeto de que reconozca a sus compañeros.

La guardería también está en contacto permanente con los padres, que disponen de una página web donde consultar desde el menú diario hasta las circulares que se emiten. Cada día se le pregunta a los padres cuando entregan al niño cómo ha comido o dormido; y, al revés, a la hora de la recogida el centro informa a los progenitores sobre cualquier circunstancia.

"No me preocupa nada, me lo facilitan todo siempre", afirma Ana Rojas, responsable de Administración y con un niño de un año en la guardería. Añade que el nivel de formación "no es comparable" con otros centros de la zona. Ella comprueba que su hijo avanza más rápido. Manuel Alvarado, uno de los coordinadores del almacén de secos, corrobora esta apreciación. Además de un niño de dos años en la guardería del bloque, tiene a otro en el colegio que ya pasó por allí. "Está más avanzado en inglés (que también se imparte en el centro), números y colores, y ya salió de aquí leyendo cuentos", afirma. También valora que la guardería abra en verano, ya que tanto él como su mujer tienen que trabajar. "No sé si por 100 euros al mes hubiera encontrado un centro con unos servicios similares a éste", añade. Ambos, Ana Rojas y Manuel Alvarado, son ejemplos de promoción interna. Han ido ascendiendo desde abajo, y en el caso de ella la maternidad no ha sido ningún obstáculo.

La guardería se adapta al horario de los padres. Los empleados trabajan a tres turnos (noche, mañana y tarde) y la guardería está operativa de 5.45 a 14.15 (acoge a los niños correspondientes al turno de noche y al de la mañana) y de 13.40 a 22.15 (acoge a los de la tarde). Si algún trabajador tiene un horario diferente, o se retrasa en recoger al niño, la escuela se adapta a sus circunstancias.

Mercadona cuenta con guarderías en cuatro centros logísticos: Sant Sadurní D'Anoia (Barcelona), San Isidro (Alicante), Huévar del Aljarafe y Ciempozuelos (Madrid).