El encuentro Cruce de miradas, que acoge esta semana la sede de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), explora hoy la relación entre la memoria y la fotografía a través del testimonio de la madrileña Marta Arribas y el cordobés Gervasio Sánchez, dos creadores que se han acercado de distinta manera al retrato de los conflictos bélicos. Arribas proyecta esta tarde un documental codirigido junto a Ana Pérez de la Fuente, Héroes sin armas, una cinta que se enfrenta a la "historia de olvido, desconocimiento y ocultación" que sufrió el legado de los fotógrafos españoles que trabajaron durante la Guerra Civil. "Junto a Capa, Gerda Taro o Chim, otros reporteros disparaban sus Leicas. ¿Qué les pasó? ¿Cómo y por qué escondieron su archivo o se les confiscó?", se pregunta Arribas sobre un proyecto que reivindica a los "testigos olvidados" de un tiempo convulso.

Esta recuperación del pasado se completará con la visión de la guerra en el presente gracias a las impresiones de Gervasio Sánchez, un profesional que a través de una impresionante trayectoria subrayada por reconocimientos como el Premio Nacional de Fotografía ha cubierto conflictos armados en la antigua Yugoslavia, África, Asia y América. Al periodista le interesa "establecer paralelismos" entre los años 30 y la actualidad, "ver cómo ha evolucionado la mirada" o apuntar "qué han aportado las nuevas tecnologías", explica. Sánchez, que en alguna ocasión ha asegurado que "jamás" retrataría un enfrentamiento bélico en su propio país, no es ajeno al drama de quienes, entonces, "estaban en su propia guerra. Tengo clarísimo que no haría algo parecido. He hablado con muchos fotógrafos locales en los sitios en los que he estado, y es algo que requiere mucha valentía, es algo muy difícil, porque se trata de documentar lo que ocurre aunque eso te afecte personalmente".

Entre las cuestiones que se tratarán hoy estará también la sensibilidad que debe tener un fotógrafo en el campo de batalla: la guerra no puede ser entendida como un espectáculo, sostiene alguien que recuerda que "todos los seres humanos merecen ser tratados con respeto, y más si apareces en medio del dolor de alguien". Sánchez está habituado a ponerse en la piel del otro, como demuestra en el Diario de Afganistán que puede leerse en el blog http://blogs.heraldo.es/gervasiosanchez, que redacta para El Heraldo de Aragón. "Siempre que llego a esta ciudad me siento estremecido por este ambiente asfixiante. Si para mí es como vivir en una cárcel, ¿cómo será para una mujer?", escribía hace unas semanas.

El reportero gráfico, que entre sus proyectos ha abordado la desaparición de personas por motivos políticos en España tras hacerlo en países como Chile, Argentina, Guatemala, El Salvador o Bosnia, expresa su decepción sobre las trabas con que aquí es gestionada la memoria histórica. "Los políticos son unos cobardes. Han tenido 35 años para solucionar un problema gravísimo, que afecta a millones de españoles, pero no se han atrevido", lamenta.

Sánchez imparte "desde hace tiempo" talleres de fotografía y celebra iniciativas como Cruce de miradas "porque antes tenías que aprender sobre la marcha, no había prácticamente estudios sobre el tema". Le divierte que los alumnos "tengan cierta tendencia a mitificar" y se sientan abrumados por el prestigio. "Pero luego, con la cercanía, se dan cuenta de que eres una persona normal, que tienes que bregar y trabajar, que cometes muchos errores". Entre los mensajes que transmite, el cordobés apunta que "hay que tener paciencia, tirar hacia adelante" y recordar que no hay patrones que seguir, sino que "cada fotógrafo tiene su forma de mirar".

Preguntado sobre si prepara algún libro de fotografía, este autor de volúmenes de referencia como El cerco de Sarajevo o Vidas minadas revela que a principios del año próximo aparecerá un catálogo sobre su obra que acompañará una exposición antológica que promoverá a partir de enero el Ministerio de Cultura.

Cruce de miradas. Hoy a las 18:00 en la UNIA 'Memoria y fotografía', con Marta Arribas y Gervasio Sánchez. Entrada libre hasta completar aforo.