Horas después del arranque (oficial) de la campaña electoral y en tiempos en los que la cultura, en todas las administraciones, es la hermana pobre a la que le ha tocado perder, el consejero de Cultura de la Junta, Paulino Plata, presentó ayer en comisión parlamentaria el proyecto de presupuestos de su departamento para 2012, unas cuentas que ascienden a 214,16 millones de euros y que, según dijo, "garantizan la conclusión de las grandes infraestructuras en marcha". Pese a que la reducción respecto a 2010 (sólo) es del 0,3%, el recorte en los años anteriores ha sido tan acusado que "el esfuerzo dialéctico", en palabras del portavoz del PP en la comisión, Antonio Garrido, sirve de poco para encajar unos datos calificados por Plata de "austeros". Con todo, estas cuentas -como indicó Plata en la comisión- las heredará el equipo de Gobierno que surja de las elecciones autonómicas de marzo.

Por partes. Como prinicipal novedad, y "dentro de la política de transparencia", el consejero anunció la creación de una factura informartiva, una especie de factura sombra -como la que impulsó la Consejería de Salud- con la que la Junta quiere dar a conocer "el coste real" de los recursos públicos y servicios culturales que disfrutan los ciudadanos. El proyecto, que quiere poner en marcha "lo antes posible", servirá para constatar, por ejemplo, que por cada "entrada al Maestranza, el 70% proviene de recursos públicos".

El coste de los diferentes programas de la Consejería -eso que ahora quiere hacer ver a los ciudadanos- no se enuncia por provincias en los presupuestos de 2012. Por ello, el portavoz del PP quiso aportar "un dato revelador": en Andalucía, el mínimo de inversión en cultura por habitante está en 9,9 euros en la provincia de Cádiz y el máximo en Almería, con unos 26,7 euros por persona.

El apartado de grandes infraestructuras, a las que se destinan 12,24 millones de euros, está ya comprometido en obras entre las que destaca la adaptación del Convento de la Trinidad en Málaga como segunda sede del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (ambicioso programa que cuenta con 7,5 millones de euros). La partida destinada al programa de Innovación e Infraestructuras dispondrá de 23,6 millones de euros y la de Museos y Promoción el Arte, de 23,2, de los cuales el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo tendrá 4,2 millones. Cabe destacar que el consejero insistió en que hasta que la próxima Biacs -la cuarta edición- "sea un proyecto maduro" no aportará financiación alguna.

Las cuentas del CAAC en Sevilla contrastan con los 6,7 millones de euros que irán al Picasso de Málaga, un espacio que "ha visto incrementar sus visitantes un 11%" y representa el binomio turismo-cultura que tanto defiende el consejero. De hecho, el proyecto de la Junta es, como adelantó este medio, atraer también hacia los espacios culturales el "turismo de congresos" y para ello "se trabaja en la redacción del catálogo de usos".

La cultura como generador de economía -aunque "con estas cifras no se acaba con el paro", apuntó Garrido- fue otra de las líneas clave del discurso de Plata que defiende así los 6,9 millones de euros para el sector audiovisual, los 1,2 para la difusión del flamenco por el mundo o los 7,5 millones a las orquestas andaluzas, junto con un Plan General de Creación Artística y Literaria que fomentará -dijo- la creación de empleo (a través de un acuerdo con la Consejería de Economía y otro con la Empleo), escasamente desarrollado.

La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla lamentó, al término de la comisión, que "Sevilla, la capital de Andalucía, no cuente con proyectos nuevos por parte de la Consejería", y eso que las cifras de turismo en la capital "son muy buenas". La responsable municipal lamentó especialmente que "se ha hablado de muchos museos en todas las provincias -de lo cual nos alegramos- pero no de los museos de Sevilla, con las inversiones que necesitan el Bellas Artes y el Arqueológico". A preguntas de los medios, Plata declaró que la reivindicada creación del Patronato para el Museo "debe significar sumar, dar un salto de calidad" y "aún no conoce exactamente qué supone éste de avance" para una de las instituciones, que con Patronato o sin él, es una de las más olvidadas en el borrador de cuentas de la Consejería.