El periodista David Tejera (Madrid, 1967) conoció una vez en la ciudad india de Jaipur a uno de esos personajes insólitos que la vida regala a un escritor, a uno de esos hombres singulares que se instalan en la imaginación del autor y pujan desde allí por convertirse en materia literaria. Aquel extraño era un traficante de piedras preciosas holandés con el que Tejera apenas coincidió un día, pero fascinado por sus métodos de trabajo y su extravagante profesión decidió "inventarle una vida" y articular desde esa figura Seis peces azules, la ficción con la que el presentador ganó ayer el XLIV Premio Ateneo de Novela, dotado con 24.000 euros.

Tejera eligió como punto de partida a un aventurero que escapa de la rutina en escenarios diversos como la India, Rusia o Angola, pero por las páginas de Seis peces azules también desfilan otros personajes "que viven historias del día a día menos intensas" y con los que el narrador quiere demostrar que "todos, aunque no vivamos a salto de mata, tenemos la posibilidad de sonreír al final del día". La obra se revela así como "un pequeño homenaje a los que se juegan el pellejo por perseguir la felicidad", a quienes "disfrutan de las pequeñas cosas. La novela lanza un mensaje para hacernos pensar, habla de valorar lo que tenemos cerca, al alcance de la mano", asegura el escritor, que en su trayectoria como periodista ha trabajado en medios como Antena 3, CNN+, Cuatro o Telecinco, donde actualmente forma parte del equipo que cubre el campeonato de MotoGP.

El viaje al optimismo de Seis peces azules no se plantea en línea recta: Tejera confiesa que el argumento tiene "misterios, escondrijos" y su estructura de tela de araña "con tramas que se entrecruzan, y personajes que parece que se alejan entre sí, pero tienen conexión" exigió un lento proceso de ensamblaje. "Ha sido largo y doloroso, gratificante pero también agotador", dice sobre un libro en el que, ante todo, ha intentado "poner el corazón". La novelacontiene "un guiño" a su creación anterior, La senda de los locos, con la que precisamente Tejera ganó el Ateneo Joven. "Terminé aquella historia con un personaje secundario, y mientras escribía la última página, sentía que ese hombre iba a salir en mi siguiente libro", expresa el madrileño, que subraya sin embargo que no hay demasiadas conexiones entre una propuesta y otra más allá de esta anécdota.

Entretanto, el jurado del XVII Premio Ateneo Joven, dotado con 6.000 euros, concedió el galardón a Fernando Otero (Sevilla, 1978) por Donde la muerte te encuentre, una intriga sobre el asesinato del Che Guevara que ofrece una visión diferente del guerrillero. "Creo que lo que nos define a los seres humanos es aquello que no se conoce", sostiene el autor, reconocido anteriormente con el premio de novela de la Universidad de Sevilla con La sonanta, y que aquí se aproxima a los relieves menos trillados de un personaje mítico. Para perfilar a su héroe, "un romántico que dejó su vida acomodada para luchar por lo que creía justo", y para investigar un episodio, el de su asesinato, rodeado de "suspicacias, teorías", el sevillano ha investigado a fondo la bibliografía sobre este revolucionario que ha quedado como uno de los iconos del siglo XX. "Tengo un anaquel entero de mi librería con publicaciones sobre él, algunas descatalogadas", confiesa este profesor de Educación Física además de escritor, que también ha volcado en su narración las vivencias y conversaciones que tuvo en Cuba mientras investigaba sobre el Che. "No encontré testimonios directos de gente que lo hubiese conocido, pero sí leí lo que personas que habían estado con él escribieron", afirma Otero, que en Donde la muerte te encuentre -que saldrá este otoño editada por Algaida, como la ganadora del Ateneo grande- recurre a un protagonista español, Ginés Maldonado, para esclarecer cuarenta años después del suceso el final del comandante.