Si hubiera nacido varón, la deslumbrante música de cámara de la sueca Elfrida Andrée (1841-1929) sería hoy conocida en toda Europa. Poco se sabe en España, sin embargo, de esta inquieta compositora, directora de orquesta y organista de la catedral de Gotemburgo -fue pionera en ocupar un puesto de esta naturaleza, para lo cual hubo de enfrentarse durante años a la hostilidad del clero escandinavo- que llegó a escribir dos sinfonías y una ópera con libreto de la Premio Nobel Selma Lagerlöf, entre una extensa producción. Reivindicar su obra y su figura se ha convertido en una obsesión para Orfilia Saiz, la violoncellista del Trío Vega que completan el violín Marc Paquin (miembro también de la Orquesta Ciudad de Granada) y el recién incorporado pianista italiano Domenico Codispoti. La formación debuta hoy a las 22:30 en el ciclo Noches en los Jardines del Alcázar con un programa centrado en compositoras del XIX que dedica su segunda mitad a Fanny Mendelssohn (1805-1847), pianista y hermana mayor de Felix Mendelssohn.

Orfilia Saiz descubrió la obra de Andrée mientras investigaba el repertorio para chelo escrito en los dos últimos siglos por autoras europeas. Su fascinación fue inmediata. "Sus tríos y cuartetos o el quinteto para piano están maravillosamente escritos. Tiene un estilo romántico que recuerda por momentos a Schumann, como ocurre con su segundo trío para piano, que es el que ofreceremos en Sevilla", explica la violonchelista santanderina, que está "decidida" a buscar financiación para registrar en disco toda la obra camerística de Elfrida Andrée.

La peripecia vital de la pianista y compositora Fanny Mendelssohn (1805-1847) es algo más conocida. Cuatro años mayor que Felix Mendelssohn, esta admiradora de Bach prematuramente fallecida gozó del aprecio de artistas como Charles Gounod, que la instó a dedicarse profesionalmente a la música, un oficio irreconciliable con los códigos de la clase media-alta a la que ella perteneció. "Al analizar el Octeto para cuerdas que Felix Mendelssohn compuso en su adolescencia hallamos muchos rasgos de su hermana. Ahora se especula sobre si él pudo firmar como propias algunas obras de ella. De lo que no cabe duda es de la influencia mutua que ambos ejercieron sobre el otro", reflexiona Saiz. Eclipsada por el talento de su hermano y su propia timidez y, décadas después, por el sentimiento antisemita instalado en Alemania que silenció su repertorio, Fanny creó numerosas obras para piano, varias cantatas y notable música de cámara, como su apreciado Trío para violín, violonchelo y piano en re menor op.11, que escribió meses antes de fallecer a los 42 años y que el Trío Vega interpretará esta noche.