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Arcadia medieval

  • Artefactum y Música Prima, dos conjuntos sevillanos dedicados a la música medieval y renacentista, ponen en marcha proyectos con los que ampliarán sus horizontes

A punto de cumplir 20 años de existencia, Artefactum, uno de los grupos de referencia de la música antigua de nuestro país, prepara su participación la próxima semana en el Festival Internacional de Música de Santander, una cita importante a la que se presenta "con un programa especial. Se titula Canciones de amor y vida y es una especie de recreación medieval del Camino de Santiago, que incluye cantigas de amigo y de Alfonso X, piezas de trovadores, etc.", comenta Álvaro Garrido, miembro fundador y director artístico del conjunto. La crisis que afecta a programaciones y festivales se nota de forma significativa en los formatos. "Vamos como cuarteto, igual que a finales de mes a Aracena. Los grupos grandes son ahora difíciles de vender".

Colaborador habitual del conjunto desde hace al menos diez años, el colombiano Francisco Orozco, que formará parte de ese cuarteto en el Cantábrico, recuerda su primer contacto con el grupo, no muy lejos de allí, en una edición del Festival de Música Antigua de Gijón: "Se plantearon dos conciertos seguidos de dos grupos diferentes con un mismo repertorio, piezas de los Carmina Burana. Yo iba con mi grupo de entonces, el Ensemble Alegría, y en vez de parar el concierto entre una y otra actuación, decidimos que Artefactum entrara al final del nuestro, y tocamos juntos, casi de forma improvisada, la última obra. Nos dimos cuenta enseguida de que teníamos algo en común". "Era un hombre artefactum", remacha Garrido.

Formado primero como oboísta y luego como guitarrista en Bogotá, las expectativas artísticas de Francisco Orozco cambiaron radicalmente con su llegada a París hace más de 30 años: "Recibí una beca para estudiar musicología en la Sorbona e hice también guitarra en la Escuela Normal de Música. Por suerte, se fundó por entonces el Conservatorio de Pantin, donde se daba cabida a una formación diferente, que incluía la música antigua. Eso fue para mí la salvación. Allí pude estudiar laúd, entre otras cosas, y tuve la ocasión de tocar con algunos de los grupos pioneros de la música medieval en Europa. Mi carrera profesional es un tanto atípica, pero he ido haciendo camino, trabajando mi técnica vocal e instrumental, porque hay una demanda real de estas músicas medievales y renacentistas, sobre las que se conserva una visión demasiado romántica. Mi trabajo se ha centrado en darles el sentido más documentado e histórico posible".

Y ese proceso incluye la fundación de Música Prima, "un grupo que nació para explorar repertorios más modernos, renacentistas, porque teníamos la voluntad de preservar el carácter puramente medieval de Artefactum", comenta Álvaro Garrido. "Para el nombre me inspiré en el término que se usa en inglés para la música antigua (Early Music), esa idea del rejuvenecimiento de la cultura", sigue Orozco. "En principio trabajamos como trío, Álvaro, Fahmi Alqhai y yo mismo, con mucho entusiasmo y mucha pasión, pero luego Fahmi desarrolló su propia carrera y empezó a tener problemas para compaginar su actividad con la nuestra y pasó por el grupo su hermano Rami, un chico también muy virtuoso, y finalmente su esposa, Johanne Rose, una chica que parece salida de un lienzo medieval, como una Blancheflor, y que tiene una extraordinaria versatilidad como músico. Mi idea es alcanzar con este grupo una alta mística musical, combinando rigor y alegría en las interpretaciones".

Música Prima lanzó hace unos meses al mercado su primer disco, Nuevos Mundos (sello Lindoro), que aún no se presentó en Sevilla y está centrado en el Códice Trujillo, un importante documento sobre la vida cotidiana en el Perú del siglo XVIII, en el que "se demuestra que la visión del folclore que tenían algunos conjuntos del folk histórico, como Quilapayún por ejemplo, no estaba tan lejos de la auténtica música tradicional antigua, como se dijo a menudo", comenta Orozco. "Hice una selección de las piezas profanas del manuscrito y luego lo contextualicé con obras de diversas regiones de América: añadí así una canción del Orinoco, que armonizada podría pasar por un lied de Schubert, villancicos mexicanos de influencia hispánica, canciones sacadas de Bogotá, que aunque son del siglo XVIII están escritas sobre poemas de Lope de Vega, e incluso una canción tradicional cántabra. Quiero probar que las vías de la música tradicional son fundamentales para acercarnos a la música antigua".

El siguiente disco de Musica Prima estará dedicado a la influencia de la música africana en la América colonial a través de las negrillas, un tipo de villancico. "De todos modos, tenemos un segundo disco", comenta Garrido, "que nos grabaron en Suiza, en un festival que se celebra en el Castillo de Gruyéres. Grabaron los conciertos en directo y escogieron el nuestro para hacer con él un cedé promocional del castillo. Nos invitaron luego unos días para terminar el disco, porque algunas cosas del directo no estaban pensadas para una grabación, claro. Y estamos muy orgullosos de que nos escogieran a nosotros: ese disco estará treinta años en el castillo como objeto promocional. Pero además conservamos la propiedad de lo grabado, por lo que estamos pensando en editarlo". "No sabíamos que nuestro concierto terminaría en un disco, por lo que resulta todo muy fresco", añade Orozco. Una de las notas características de las actuaciones de Artefactum y Música Prima es precisamente su cercanía al público. "Tiene que ser el centro de nuestro trabajo", comenta el colombiano. "En cierta medida hacemos el papel del juglar, tenemos que seducir al público. La música es para mí un lujo y un privilegio. Ese componente de alegría que transmitimos tiene pues algo de espontáneo, incluso de filosofía de vida, pero detrás hay un trabajo. Es necesario trabajar artísticamente la representación, desde la prosodia al gesto. Yo me he peleado muchas veces con grandes músicos profesionales que no saben estar en un escenario. Eso es algo que también se estudia". "Buscamos siempre la complicidad del público concreto de cada concierto. En Eslovenia por ejemplo cerramos nuestra actuación con el Bacche, bene venies e hicimos unas estrofas en esloveno", termina Garrido.

Agrupados sus conjuntos de música medieval y renacentista bajo la etiqueta Arcadiaantiqua, Álvaro Garrido tiene numerosos proyectos para ellos: "Aparte del disco sobre las negrillas, con Música Prima tenemos programas en torno a Carlos V, a Colón, al Quijote, que también esperamos poder grabar. En cuanto a Artefactum, pensamos incorporar gente nueva para el concierto de Navidad, que queremos hacer no sólo en Sevilla, y es posible que lo llevemos también al Gran Teatro de Córdoba. Queremos que para entonces esté también disponible un nuevo disco, que refleje los directos de nuestros recitales navideños. En enero estaremos en el MAUS, que este año estará dedicado entero al medievo, y en marzo, en el Femàs repetiremos ese programa iconoclasta del Artefactum in black que tanto gustó y haremos un concierto con Patrizia Bovi, que es una de las grandes de la música medieval en Europa. Son proyectos muy ilusionantes. Pero para poder desarrollarlos todos, más que nunca necesitamos apoyos y mecenas". "Como los del castillo de Gruyères, por ejemplo", remacha Orozco, "porque eso sí que es auténtico mecenazgo".

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