FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

Cultura

'Otello' desembarcó en la Plaza de España

  • El público sevillano agotó las 2.000 localidades previstas para ver la retransmisión del Teatro Real

Como si la tarde de ayer se tratase de un día de fiesta, Sevilla entera se llenó de gente que quería disfrutar de este suave y estival otoño que apenas acaba de comenzar. Algunos aprovechaban para darse una vuelta por el Festival de las Naciones situado en el Prado, un clásico en estas fechas, muchos apuraban el paso para llegar a alguno de los espectáculos de la Bienal y otros tantos formaban bullas en las calles atentos a La Paz, que procesionaba para acudir a su coronación. Pero si había una actividad especial en la tarde de ayer, era la que ocurría en la Plaza de España a partir de las 20:00, donde 2000 sillas y una gigantesca pantalla hacían las veces de patio de butacas del Teatro Real, que en el bicentenario de su inauguración ha querido que Otello, opera con la que ha abierto su temporada, traspasase fronteras e inundase plazas emblemáticas de ciudades como Sevilla, Valladolid, Granada -donde la retransmisión ocurría en el patio del Palacio de Carlos V- o Murcia.

A escasos minutos de que diese comienzo la función, la pantalla mostraba cómo la orquesta terminaba de afinar los instrumentos. En la plaza diseñada por Aníbal González ya era prácticamente imposible encontrar alguna localidad libre. Un extenso grupo de erasmus que tan sólo lleva un par de semanas en la ciudad, y que aún tienen por delante nueve largos meses para descubrir sus encantos, se adueñaba de la fuente aprovechando su altura para ver mejor desde lejos el improvisado escenario. Los más rezagados en llegar se iban colocando de pie allá donde podían y algún que otro avispado, sabiendo que la duración total de la ópera ascendía a las tres horas, había decidido traer la silla de su propia casa.

"La grandeza de Verdi es que es capaz de hablar directamente al corazón", argumentaba en una entrevista proyectada antes de que comenzase la obra Ermonela Jaho, la soprano encargada de dar vida a Desdemona. "Verdi conoció a Shakespeare desde la perspectiva de las traducciones al italiano que había en su época, pero eso no hizo que perdiese la universalidad de su mensaje", añadía Gregory Kunde, el Otello de esta coproducción del Teatro Real, la English National Opera y la Kungliga Operan de Estocolmo.

Penúltima ópera escrita por el maestro italiano, Otello fue estrenada en 1887 en la Scala de Milán. El argumento bebe directamente de la obra del grande de las letras inglesas, Otello, el moro de Venecia, pero mientras que el escritor británico quiso pone en el punto de mira la cuestión racial, Verdi y su libretista Arrigo Boito prefirieron dejar a un lado el problema del racismo para centrarse principalmente en el conflicto interior del personaje y en su vulnerabilidad, pues consideraron que lo que condiciona la tragedia de Otello no es el oscuro color de su piel, sino sus inseguridades y su frágil miedo al rechazo. Y en este montaje, todo ello es acentuado por una escenografía fría y austera en la que se destaca el ambiente militar y deshumanizado en el que transcurre esta tragedia. Ahora, en el cuatrocientos aniversario de la muerte de Shakespeare, el Teatro Real ha querido acercar esta historia al gran público, pues la iniciativa no sólo contaba con la instalación de las grandes pantallas, sino también con el Palco digital, plataforma propia a través de la que se podía seguir en directo el espectáculo, así como su retransmisión tanto en la web de Rtve como en la del British Council.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios