La sede del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS), en pleno centro, ofrece desde ayer una estética insospechada gracias a varios carteles de Se vende. El cambio no responde a ninguna operación inmobiliaria: es parte del proyecto de Fernando Claro Guerrero y Javier Martínez Navarro Daily Art, una de las cinco iniciativas galardonadas en el concurso Transversal Biacs sobre intervenciones artísticas en lugares públicos.

Si en la primera de las propuestas sus creadores sugieren la influencia de la economía en la escena artística, el grupo Caleidoscopia reflexiona con Fotosintetic sobre "la naturaleza que no encontramos en el espacio urbano". Para ello, sus integrantes han cubierto la fachada de la Facultad de Bellas Artes, en la calle Laraña, de una enredadera de 5.000 botellas de plástico, una planta artificial que late como un corazón gracias a una instalación sonora y un sistema de luces.

En Red Pública, los arquitectos María González, Juanjo López y Ángel Martínez, junto al estudiante universitario Rodrigo Castro, reclaman una mayor apropiación de las plazas por parte de los ciudadanos. En su propósito readaptan la entrada del Colegio de Arquitectos: con unas telas rojas y una alfombra del mismo color dan forma a una habitación en la que habrá presentaciones de obras y proyecciones. Quienes quieran participar en este marco pueden aportar sus ideas en la página del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla, http://www.cicus.us.es.

Como gran parte de las obras que se exponen en la Biacs, la pieza The Box, realizada por Daniel Franca, Ángel Díaz, Raúl Hidalgo y Manuel Lissén, busca la interacción del espectador en el patio de Emasesa, en Escuelas Pías. Al pasear, el visitante activará unos cubos que, a su vez, iluminarán un cubo más grande colocado en el centro del claustro y crearán un universo audiovisual con una música compuesta para la ocasión.

Por último, Rocío García, José Buitrago y Luis Santiago Sánchez se sirven en el patio de la otra sede de Bellas Artes, en la calle Gonzalo Bilbao, de un clonomatón que trastoca fotografías y ofrece otros yo al observador.