La capilla de la Magdalena del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) acoge hasta mañana una exposición programada por Territorios Digitales que acerca a España, por primera vez, el trabajo como comisario del artista digital Richard Chartier. Se trata de Colorfield Variations, un homenaje al expresionismo abstracto al cumplirse los sesenta años de este movimiento estético que nació en Estados Unidos hacia 1947 y contó entre sus principales figuras con Mark Rothko y Jackson Pollock.

En declaraciones a este periódico, Richard Chartier señala que la muestra Colorfield Variations parte "de un encargo que me hizo el Washington Project for the Arts para crear un programa artístico digital inspirado en aquella escuela con videoartistas y músicos actuales. Lo curioso es que la mayoría de los compositores, nombres de reconocido prestigio dentro del campo del minimalismo, como Frank Bretschneider, han creado también sus propias imágenes" en esta antología de 13 piezas que ocupa el corazón del antiguo monasterio de la isla de la Cartuja.

El propósito de Chartier fue mostrar la influencia que ejerce sobre los artistas contemporáneos la pintura de superficie-color (Colorfield painting), esa vía del expresionismo abstracto más radical y pura que desarrollaron Rothko, Clifford Still y Barnett Newman. "Su empleo de la repetición, el carácter experimental de aquellos trabajos y el uso de grandes masas puras de color continúa inspirando a los videoartistas, los músicos minimalistas y, en general, a los creadores que, como yo, trabajamos con ordenadores", expone Chartier. "También quise plantear una reflexión sobre el impacto que las tecnologías tienen sobre nuestra creatividad. A veces, las limitaciones en las herramientas de investigación pueden deparar resultados más efectivos", precisa.

De los trece participantes en la muestra -que convierte la pantalla en un lienzo donde se van superponiendo sonidos e imágenes de distinta naturaleza- su comisario destaca a la videoartista Tina Frank; a los músicos Chris Charter y Cosey Fanni Tutti, "por su interés en las sinestesias y las alquimias sonoras"; así como a Steve Roden "por su uso de grandes masas de color".

Con este programa, Territorios Digitales pretende que el público compruebe cómo es posible y enriquecedor el trasvase entre distintos lenguajes artísticos. A ello contribuye también la instalación de Ryoichi Kurokawa en el ábside de la iglesia del CAAC, donde tres pantallas envolventes nos sumergen en una dinámica megalópolis asiática. Kurokawa remezcla imágenes de los tránsitos urbanos con el ruido de los vehículos y el sonido de los pasajeros para lograr un resultado hipnótico y fascinante.