Cultura

Eliacer Cansino gana el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil

  • El escritor y profesor sevillano obtiene el galardón por 'Una habitación en Babel', fábula en torno a la inmigración

El escritor sevillano y profesor de instituto Eliacer Cansino ha ganado hoy el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, concedido por el Ministerio de Cultura, con su obra sobre el fenómeno de la inmigración y las relaciones humanas Una habitación en Babel. La obra, que obtuvo el Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil en 2009, narra la historia de La Torre, el mayor edificio de un pueblo, "un bloque ácido e inhumano" en el que viven tantas personas como en toda la urbanización de casitas adosadas que acaban de construir en las afueras. Cada uno de sus protagonistas, entre los que están Ángel y Gil, Nor y Berta, viven en su habitación de La Torre pero, al final, todos están condenados a entenderse cuando descubren que pertenecen a una misma historia.

Cansino (Sevilla, 1954) es profesor de Filosofía en un instituto de San Juan de Alfarache (Sevilla) y autor principalmente de novelas juveniles, entre ellas El maravilloso señor Plot (1987), Nube y los niños (2004), La apuesta de Pascal (2004) o la última OK, señor Foster (2009). En 1997 recibió el Premio Lazarillo por El misterio Velázquez, en la que recrea la vida del enano Nicolasillo Pertusato y su relación con el pintor Velázquez durante la realización de Las Meninas y en el momento de su muerte. Cansino ha recibido también, entre otros galardones, el Premio Internacional Infanta Elena por Yo, Robinsón Sánchez, habiendo naufragado.

Por su condición de profesor de instituto, hace años que Cansino convive con los problemas que se encuentran los inmigrantes a la hora de integrarse en un país y una cultura que no es la suya, lo que le motivó a la hora de escribir Una habitación en Babel. El escritor se ha mostrado "sorprendido" por el galardón, porque "uno nunca cree que le vaya a tocar a él".

Según el autor, el libro premiado atiende "a una situación contemporánea", la de las poblaciones inmigrantes que se integran en España, un fenómeno que como profesor empezó a observar hace ya algunos años. En este sentido, Una habitación en Babel narra la historia de un profesor de un barrio periférico de una gran ciudad inmerso en los problemas de unos chicos inmigrantes, algo que le toca muy de cerca. "El libro cuenta la historia de unas personas que luchan por encontrar mejores condiciones de vida", según este, cuyos alumnos hoy, tras comunicarles el Premio, le han brindado un gran aplauso que le ha emocionado.

A Cansino siempre le han interesado los temas existenciales, algo connatural a su condición de profesor de Filosofía, y reconoce que se siente más preocupado por "el problema de la universalidad que por el de la inmediatez". El premiado, que escribe fundamentalmente obra infantil y juvenil y que cuenta en su haber con una veintena de títulos, reconoce que su trato directo con los jóvenes hace que toda su obra esté situada en ese ámbito, al ser el que mejor conoce. "La adolescencia me es un mundo muy cercano, con el que convivo a diario", asegura Eliacer Cansino, para quien los temas que preocupan a los jóvenes son fuente natural de inspiración a la hora de escribir.

Entre la preocupación principal de los adolescentes cita "la orientación psicológica, porque fundamentalmente están muy desorientados", y admite que a sus alumnos les gusta más "que les cuente historias" y les hable de sus libros "que leerlos ellos".

Dotado con 20.000 euros, el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil distingue el mejor libro de literatura del género publicado en cualquiera de las lenguas oficiales que se hablan en España. El jurado ha estado presidido por el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, e integrado por Salvador Gutiérrez Ordóñez, Darío Xohán, José Manuel López Gaseni, Josep María Aloy, Asun Agiriano, Marilar Aleixandre, Carmen Posadas, María Penedo, Anatxu Zabalbeascoa y los dos últimos autores galardonados: Alfredo Gómez Cerdá (2009) y Agustín Fernández Paz (2008).

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