PRESTEN atención al XXVII Congreso Mundial de la Economía Pública, Social y Cooperativa que hoy se inaugura en el Hotel Barceló Renacimiento. Por mediación de la organización empresarial Cepes tiene lugar en Sevilla un foro con grandes expertos en cómo innovar la gestión de la economía de moda, la pública, ahora que Bush Jr. tira por el retrete el neoliberalismo y se va de la Casa Blanca estatalizando su mercado financiero.

Todos los jóvenes ejecutivos masterizados con dogmas que en realidad enmascaran modelos muy sibilinos y medioplacistas de hacer negocio, han de girarse sobre sus pasos e interesarse sobre la economía pública. Si van esta mañana a la conferencia inaugural de Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, se les va a desmoronar aún más el mito de Wall Street. El que fuera asesor de Bill Clinton se despachará a gusto contra el sanedrín que ha teledirigido la era Bush Jr. mientras tan nefasto presidente cabalgaba por el rancho de Crawford.

Ahora toca socializar las gigantescas pérdidas causadas por el virus de las hipotecas basura, el hundimiento del valor de los activos y la hambruna de crédito. La trinidad de un solo mandamiento: si se privatiza el gallinero no se le puede dar la llave a las zorras. La onda expansiva también socavará pilares de la economía europea. Obliga a forjar en la economía social los nuevos referentes dignos de admiración. Es una reconversión en la escala de valores que se debatirá en Sevilla: ¿Cómo resolver desde la economía con base social la generación de productos y servicios que atiendan las nuevas necesidades de una era tecnologizada?. Y atención a los nuevos modelos de gobernanza de las empresas públicas. Para que en Andalucía se asuma que también hay que pasar página sobre los vetustos hábitos de socializar las pérdidas y convertir dichas empresas en un pozo sin fondo de colocados improductivos donde es mucho más importante el gasto en personal que el de inversiones.