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La autovía a Mairena superaba el tope legal de ruidos antes del Metro

  • La Junta y el Consistorio lo sabían desde 2007 por sendos estudios, pero la apertura de la línea 1 empeoró la situación

El ruido del Metro en el Barrio Alto de San Juan de Aznalfarache del que se quejan los vecinos se ha venido a sumar al que ya padecían antes los residentes como consecuencia del tráfico de la autovía a Mairena (A-8057). Según el mapa de ruidos de esta carretera, elaborado en septiembre de 2007 por la Consejería de Obras Públicas y Transportes, ya entonces se sobrepasaban los límites legales de ruidos en una media de 10 decibelios más de lo permitido. La norma establece un máximo de 55 decibelios diurnos y de 45 nocturnos en zonas residenciales. El Metro se inauguró un año y medio después.

Otro informe de ruidos encargado por el Ayuntamiento de San Juan en esa misma fecha también corrobora que en la zona residencial de Montelar se sobrepasaban los límites de ruido antes del Metro en una cantidad superior a 11 decibelios.

En definitiva, que las administraciones sabían que debían poner medidas contra el ruido antes de poner en marcha el Metro.

Los datos oficiales a los que ha tenido acceso este periódico indican que en la franja central de la carretera, salpicada a ambos lados por urbanizaciones residenciales, los ruidos alcanzan de día hasta 80 decibelios, el color lila más intenso que los técnicos dan a las mediciones de este tipo, es decir, 25 más de los valores permitidos. Junto a esta franja hay instalaciones como el centro de hemodiálisis, el instituto de Secundaria San Juan y el colegio Esperanza Aponte, que deberían ser zonas tipo I o de silencio (de día no deben sobrepasar los 55 decibelios) pero están sometidas a ruidos de 65 a 70 decibelios.

La zona de la carretera donde están las urbanizaciones de Montelar, Cornisa Azul y la Casa Cuartel de la Guardia Civil sufren ruidos por encima de los 65 decibelios. La barriada Camarón es la más castigada con un nivel acústico entre los 65 y 70 decibelios en su mayor parte, con viviendas construidas mucho antes de la carretera donde se llega a los 70 y 75 decibelios.

Al no haber una barrera que detenga el ruido, éste llega incluso hasta la barriada El Monumento y otros barrios más alejados.

Según los técnicos, si la media del ruido sobrepasa el límite en 10 decibelios tanto de día como de noche, el punto afectado debe declararse como zona acústicamente saturada, lo que obligaría a tomar mediciones cada tres meses hasta que se solvente el problema. En el caso de las urbanizaciones de San Juan Alto, tendrían que declararse como zonas saturadas y colocar pantallas acústicas, pero en su lugar la Administración ha construido un Metro en superficie, lo que empeora la situación.

Que la autovía generaba antes del Metro ruidos superiores a los permitidos no extraña a los vecinos de la plataforma ciudadana contra el ruido de San Juan. "No es el ruido del Metro en sí. Es sumar ese ruido a lo que ya se está padeciendo y actuar con semejante impunidad como si los vecinos sólo se quejasen de puro vicio", lamenta un portavoz de los vecinos, quien advierte de los perjuicios que esta situación provoca a los alumnos de los colegios cercanos.

La plataforma pide que se realicen mediciones de ruido dentro de las viviendas porque "es seguro que se sobrepasan los límites de ruido con el Metro y la autovía".

Los vecinos ven "insuficientes" las pantallas acústicas instaladas ya junto a la parada de San Juan Alto. Las constructoras las colocaron antes de inaugurar la línea en los pisos de Virgen del Rocío (junto a la estación), pero los residentes denuncian que las vibraciones siguen en los bloques bajos y que en los más altos siguen igual los ruidos y vibraciones. De las nuevas pantallas prometidas en Cornisa Azul, Ferrocarriles de la Junta aclaró el viernes que el montaje "es inminente" y se anunciará a la prensa. Los vecinos reclaman que tengan una altura de 6 metros (no de 2) para que sean eficaces.

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