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Guillén apuesta a Europa

  • El presidente deja claro que el objetivo de la temporada pasa por repetir la clasificación continental. Asegura que el club ha invertido todo lo disponible en reforzar la plantilla.

Ambicioso o temerario, el tiempo irá colocando al Betis en su sitio, pero el presidente, Miguel Guillén, se mostró ayer contundente a la hora de ubicar el listón al equipo en la Liga Europa, a pesar de la escasa inversión realizada en fichajes y los numerosos cambios en una plantilla renovada en la mitad de sus integrantes. La pelota pasa ahora al tejado de Pepe Mel, a quien de nuevo se le solicita maximizar el rendimiento de una plantilla que perdió jugadores de la importancia de Beñat, Pabón, Cañas o Adrián, entre otros.

"El objetivo de la Liga Europa estaba marcado para esta temporada. Afortunadamente, se consiguió con antelación. El objetivo ahora es consolidar al Betis en la parte alta de la tabla y competir en Europa la próxima temporada", manifestó el máximo mandatario, recordando las bases de un proyecto que colocó los dos primeros años como de consolidación en Primera para llegar a un tercero en el que se solicitaría un paso adelante. Incluso Guillén fue más contundente en la siguiente respuesta, cuando se le incidió en si consideraba que el equipo se había reforzado lo suficiente para mantener la exigencia europea: "La temporada será un fracaso si en la próxima junta de accionistas no se presenta un superávit, si no peleamos por entrar en Europa y si no reducimos nuestra deuda".

Y es que Guillén incluso aseguró que el club ha hecho el máximo esfuerzo posible para reforzar al equipo, pese a que hace escasas fechas el propio director deportivo, Vlada Stosic, o el consejero José Antonio Bosch reconocieron que el club aún mantenía parte del dinero recaudado con la venta de Emana. "Hemos gastado todo lo disponible para reforzar el equipo, siempre dentro de nuestras posibilidades", apuntaló el presidente, quien insistió en la necesidad de no obviar la realidad del Betis, ésa que indica que el club está obligado a cumplir su convenio de acreedores, y para lo que se hace indispensable permanecer en la máxima categoría: "Todo el mundo es consciente en el club. Es una realidad. Está estadísticamente demostrado que cada cierto tiempo, el club baja a Segunda División. Uno de los objetivos principales de este consejo en el tiempo que esté en el club es acabar con esa tendencia".

El presidente no sólo marcó el nivel de exigencia para la campaña, sino que también defendió abiertamente a la dirección deportiva en el asunto de las fichas para la Liga Europa, por más que voces autorizadas del club hayan reconocido en privado que esta circunstancia se empezó a tener en cuenta cuando el equipo se encontraba en la concentración en tierras inglesas, con la mayor parte de los fichajes ya realizados.

"Me dice mi dirección deportiva que conocía la reglamentación UEFA para competir en la Liga Europa, y yo la creo. Le pedimos que se confeccionara una plantilla amplia para hacer un papel digno en las tres competiciones. La configuración se ha hecho pensando en todas las competiciones, pensando en el deseo absoluto de que no pase lo que nos ha pasado históricamente cuando hemos participado en competición europea", señaló Guillén, quien participó de la reunión -en la que no estuvo presente el director deportivo y sí los hombres fuertes del club- en la que se comunicaron los descartes de Chica y Matilla: "Es una decisión técnica. Entiendo los motivos porque estuve en esa reunión. Las explicaciones son dos. En primer lugar, el cuerpo técnico ha querido reservar a jugadores importantísimos durante esta temporada. También es muy importante que se han elegido dos posiciones en las que contamos con muchas alternativas. Entiendo el disgusto de los futbolistas. No me sorprende. Me parece hasta profesional. El jugador quiere jugar siempre en todas las competiciones. Los objetivos están marcados por el bien del equipo, no por el bien particular de cada uno".

Acuerdo de un año con el Hotel Al-Andalus y negativa a las ventas

El club verdiblanco presentó ayer su acuerdo con el Hotel Silken Al-Andalus, por el que durante esta temporada el club se hospedará, sin coste alguno, en las concentraciones de los partidos que se disputen en el Benito Villamarín, con la ventaja que ofrece la cercanía con el estadio, además de poder ser utilizado para otras cuestiones organizativas de la entidad. "Hoy firmamos un acuerdo más extenso, pero aquí ya han estado casi todos nuestros fichajes. Agradecemos la disponibilidad del hotel", señaló Guillén, que también se refirió a la oferta llegada a última hora por Rubén Castro, cifrada en cinco millones de euros: "Intereses siempre ha habido, pero el Betis no se plantea vender a Rubén. Sólo habría salido por el precio de la cláusula de rescisión. Con Amaya pasó algo parecido, el club no quiso valorar ningún interés".

De la polémica con el nuevo asesor al cierre de Radio Betis

Tras el polémico inicio de Francisco Rubiales como asesor de comunicación del consejo, Miguel Guillén solicitó ayer paciencia, pese a que en privado sí le pidió explicaciones. "Es un profesional con una extensa experiencia en el campo y viene de forma altruista. Yo no voy a interpretar un tuit concreto. Está a vuestra entera y absoluta disposición", señaló Guillén, que tildó de normal que la empresa de Rubiales fuera la encargada de realizar la auditoría de comunicación que recomendó cambios en el club y que ha significado su llegada: "No veo nada raro en eso. Hablamos con la universidad y ellos tienen sus acuerdos con las empresas. Eso nos ha permitido conocerlo". Además, el presidente se refirió al cierre de Radio Betis: "Estaba emitiendo de manera ilegal y hemos recibido muchas notificaciones, la última en un tono que invitaba a tomar una decisión".

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