A la edad de 77 años ha fallecido en Sevilla el empresario Antonio Hernández Barrera, natural de Ólvega (Soria), al igual que sus hermanos Félix, Telesforo y Elías. Hernández Barrera y toda su familia han profesado siempre un gran amor por Andalucía, donde fundaron la compañía Herba en los años 60 ante la oportunidad de comercializar y explotar el enorme potencial de las marismas del Guadalquivir. Desde sus inicios la compañía apostó por la investigación en la mejora de los cultivos y por el mercado exterior. Fruto de ello se adaptó el cultivo de arroces largos a la climatología europea. La compañía entró a formar parte de Grupo Ebro en el año 1989.

El trabajo de Antonio Hernández Barrera fue clave para convertir la empresa en un referente indiscutible en todo el mundo. Herba es hoy la empresa líder en el mercado del arroz, afirmación cierta, aunque incompleta, puesto que, a ese liderazgo, hay que añadir el hecho de formar parte del grupo más importante e innovador en el sector alimentario, Ebro Foods . El grupo Ebro Foods es líder en el sector alimentación de España, ocupando el primer puesto por facturación, beneficios, capitalización bursátil y presencia internacional. Es también líder mundial en el sector del arroz y segundo fabricante mundial de pasta.

En la labor de expansión internacional de la compañía se empeñó siempre Antonio Hernández Barrera con gran pasión y dedicación. Estaba considerado el gran impulsor en esta materia imprescindible para la evolución de la entidad.

Todos sus colaboradores lo han tenido siempre como persona de una grandísima capacidad laboral, de contrastada iniciativa y de reconocidas cualidades creativas en la labor del día a día. De hecho, como ingeniero industrial despuntó al ser un precursor de los cultivos acuícolas en España y creador de Veta de la Palma.

Antonio Hernández Barrera estaba casado y tenía cuatro hijos. En los últimos años dirigía los negocios acuícolas, agrícolas y financieros. Quienes pudieron tratarle y trabajar con él resaltan su espíritu incansable y su virtud como inagotable trabajador.