Ni las altas temperaturas registradas ayer en Sevilla ni el encuentro Betis-Barcelona disuadieron a miles de personas que se lanzaron a la calle, de nuevo, en protesta contra los recortes en los derechos laborales, en la sanidad y en la educación. Las asambleas del movimiento del 15M retaron al calor y se dieron cita a las siete de la tarde en la Plaza de España. Cada una con una pancarta, cada una con una lucha distinta, pero todas unidas en un lema que sirvió de cabecera: "Rescate ciudadano". A las siete y media de una tarde tórrida, la cabecera del 15M comenzó a andar hacia el Paseo de las Delicias. Los indignados tomaron ayer calles y plazas de prácticamente todas las ciudades del ámbito estatal.

Personas de todas las edades, estudiantes, jubilados, trabajadores y jóvenes en paro se sentían unidos en una causa común: la lucha contra los recortes decretados por el Gobierno. Procedentes de Gelves, ocho jóvenes portaban la pancarta de la asamblea de su municipio. "Además de acudir a las protestas, en Gelves tratamos de hacer cosas", señaló David Domínguez al explicar cómo han creado un sitio en internet para tratar de dinamizar el comercio: "Es una plataforma que se llama compraengelves.com para potenciar al comercio local y facilitar la búsqueda de trabajo". Internet y las redes sociales son los mejores aliados de las múltiples asambleas y movimientos que se unen en la calle en protestas que, hasta ahora, han sido multitudinarias. Según los organizadores, alrededor de 20.000 personas acudieron a la movilización que terminó en las setas de la Encarnación, un lugar emblemático para el 15M, donde nació como movimiento en Sevilla, con una acampada hace ahora un año.

En la marcha, otra de las pancartas era portada por un nutrido grupo de estudiantes. Sus lemas: "Fuera empresas de la Universidad"; "Estudiante despierta"; "La educación no es un juego"; "Con nuestro futuro no se juega". Es precisamente la incertidumbre de los estudiantes ante un futuro de enormes dificultades uno de los motivos que movilizó ayer a los más jóvenes. Entre la multitud, un joven padre llevaba a su hijo de ocho meses, Mario, junto a su mujer. "¿Que le quedará a nuestro hijo", cuestionaron para expresar con sencillez sus propios motivos para protestar.

"Foro de Izquierda" se leía en otra pancarta rodeada por otro grupo. "No somos una asamblea, somos personas independientes, algunos son de IU, de Equo o del PA; otros son de los sindicatos; y otros no pertenecen a nada. Sólo nos une que somos de izquierdas y nuestro objetivo es lograr una plataforma para actuar de manera conjunta, con unidad", explicó Rafael Porlan, mientras portaba, junto a otras personas la pancarta. Porlan es catedrático de Educación y apuntó que el próximo 22 de mayo se ha convocado una huelga de todos los niveles educativos, universitarios y no universitarios, contra los recortes. "Es de las primeras veces que todos los sindicatos logran unirse en una huelga de estas características en Educación", reseñó.

Más adelante de la marcha, otro grupo. Son Mujeres de Negro de Sevilla, un colectivo que durante la protesta de ayer pedía que los presupuestos destinados a fines militares reviertan en la población. "Gastos militares para el cuidado de la vejez y la infancia". "Gastos militares para asuntos sociales", eran algunos de sus lemas.

Cuando la cabecera de la marcha llegó a la Puerta de Jerez, a las ocho y media de la tarde, otros muchos aún se encontraban camino hacia el Paseo de las Delicias. De Montequinto, un grupo de vecinos y de trabajadores de la residencia asistida, exigieron, de nuevo, que este centro para personas mayores grandes dependientes no se cierre. "En Montequinto tenemos muchos problemas y reivindicaciones pero la residencia de ancianos es el motivo principal que nos trae hasta aquí", comentó uno de los vecinos que llevaba la pancarta contra la clausura de este centro asistencial. Mientras cada colectivo realizaba su propia reivindicación, cientos de personas se fueron uniendo progresivamente a este río de gente que desembocó en el Metropol Parasol. En torno a las diez de la noche, miles de personas se fueron congregando y llenaron las setas. "No hay democracia si gobiernan los mercados", gritó la multitud. Una intérprete del lenguaje de signos traducía los llamamientos a continuar con las protestas.

Sobre las 06:00 de la mañana la Policía Nacional ha desalojado sin incidentes a un pequeño grupo de indignados que aún quedaba en la Plaza de la Encarnación.