Juan Espadas, Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla

"El nivel de anécdota en el que ha caído este gobierno es preocupante"

  • El líder socialista cree decepcionante el primer año de mandato porque el PP "no ha estado a la altura", tiende la mano al alcalde en sus reivindicaciones para Sevilla y propone crear un gabinete de crisis permanente.

Un año después de la investidura de Juan Ignacio Zoido como alcalde de Sevilla, Juan Espadas prepara un exhaustivo balance del mandato que desgranará en los próximos días y que enriquecerá con aportaciones propias en el debate sobre el estado de la ciudad anunciado para este mismo mes. Una vez detectados "los puntos débiles" del gobierno local, el líder socialista iniciará una nueva fase de "oposición constructiva" lanzando propuestas para avanzar que supongan poco coste para las arcas municipales, consciente de que las circunstancias son hoy más difíciles.

-Resuma en un concepto el primer año de mandato.

-El titular sería: el gobierno no ha estado a la altura de Sevilla, de lo que necesitaba la ciudad.

-¿Qué necesitaba Sevilla?

-Un gobierno que tomara decisiones, importantes y prioritarias, en un entorno de crisis. Se han tomado otras decisiones, algunas positivas, pero no prioritarias.

-El alcalde ha reconocido que no ha podido hacer más, incluso se ha disculpado.

-Él es consciente, sabe que hay un nivel de frustración alto, que no se han cumplido las expectativas que él mismo generó con la mayoría absoluta. Era imprescindible un liderazgo por parte del alcalde en la reactivación económica para salir de la crisis.

-¿Cree que el alcalde no ha asumido ese papel personal?

-No lo ha hecho. Se ha instalado en sanear una serie de cuestiones, derogar decisiones del gobierno anterior... Y cuando se le hace algún planteamiento propositivo, responde con un ustedes no lo han hecho antes, no deben hablar porque perdieron y nosotros ganamos... Se pone el espejo retrovisor y se mira atrás. Se invalida a la oposición.

-¿Tienen dificultades para ejercer la oposición?

-El alcalde prometió un gobierno de luz y taquígrafos. Incierto. Si este gobierno se caracteriza por algo es por no dar ninguna información más allá de la imprescindible. La famosa circular Torrijos ni de lejos se retocó. Las dificultades que ellos denunciaban en la oposición son las mismas ahora. Está claro que se blinda en esa mayoría absoluta.

-Ponga algún ejemplo.

-El plan de ajuste. Llevamos más de dos meses esperando para saber cuál es la relación de proveedores, no la queremos con nombre y apellidos, queremos ver la deuda agrupada para valorar si es una operación beneficiosa o no para los intereses del Ayuntamiento, pues se dejará una deuda pendiente a diez años. Pedimos las facturas y gastos de los talleres de distritos y nos van a obligar prácticamente a solicitar la información en los tribunales. Y sólo buscan la paz social cuando se les plantea un conflicto, una huelga, pasó el otro día con los sindicatos municipales por el tema de las 37,5 horas semanales, y antes con Lipasam y la Policía Local. Aunque ha habido alguna excepción.

-¿Cuál?

-Tussam, el alcalde se comprometió en campaña a una serie de cuestiones y ha ido cumpliendo con un nivel de interlocución que ha mejorado notablemente las relaciones laborales. En buena parte eso se debe al gerente actual.

-Cree que en materia de empleo se podría haber hecho más. ¿Cómo?

-El que se llamó el alcalde del empleo le recordaba en cada pleno al señor Monteseirín cuántos parados sevillanos eran responsabilidad de él y de los gobiernos socialistas. Ya no los cita. Y no me hable de las competencias municipales. El otro día oí que un alcalde de un pequeño pueblo extremeño había destinado el dinero de una verbena popular a contratar a una serie de personas. ¿Por qué el alcalde de Sevilla no hace algo, algún tipo de plan de choque? No es su prioridad.

-¿Cuál cree que ha sido?

-Si analizamos la agenda del alcalde, comprobamos que es la agenda de la ciudad, de eventos a los que el alcalde asocia su imagen. No es una agenda propia para transformar la realidad, sigue poniendo su agenda al servicio de su proyección personal y política. La agenda del alcalde la sigue haciendo su jefe de prensa. Si esto no fuese así, no nos encontraríamos cada día al alcalde con un cartel distinto, un día es la Bella y la Bestia, otro día la Bienal... ¿Y la otra agenda?

-Habrá cosas que no se vean.

-No dudo que no trabajen en otras cosas pero, si es así, no dan sus frutos. Desconocemos si el concejal de Economía y Empleo, que también tiene Fiestas Mayores, trabaja en otras iniciativas.

-¿Cuál sería entonces el problema según usted?

-No se puede tener el mismo rol cuando se está en la oposición que cuando se está en el gobierno. Al PP le ha costado mucho hacerse con la maquinaria administrativa y de gestión de la ciudad. Le ha costado en los distritos: el bonubús solidario se ha estado tramitando en seis meses y los talleres han empezado muy tarde. Esto no es un problema de herencia, es de inexperiencia, de herederos. Todos podemos aceptar que alguien necesite un rodaje y no cuestiono que los concejales dediquen muchas horas a los barrios, pero sí que hay una incapacidad real que se demuestra con los hechos. La ciudad no ha cambiado.

-¿Eso le transmiten los sevillanos?

-Tienen un nivel de decepción importante. El señor Zoido no analizó bien que durante el mandato anterior ya estábamos en crisis, se veía la merma de ingresos. Él no se hizo responsable de esta situación y fue prometiendo y prometiendo y engañando a los ciudadanos diciendo que cuando fuera alcalde lo haría todo. Decía que haría el Metro y todo a la vez y llegaba a un barrio y decía que lo arreglaría en un mes, daba su proyecto, plazo y presupuesto. Y en los barrios se le sigue esperando para cuestiones menores de micropolítica que él dijo que resolvería en pocos minutos. Él quería generar la percepción al ciudadano de que el gobierno anterior era muy deficiente y creaba una ficción al decir que todo se haría de la noche a la mañana, como la devolución de la fianza de los parkings. Ya se lo dije en campaña, que tendría que ir a los tribunales. Y ahora no le digo que sea torpe o negligente, le digo adelante porque la empresa no se puede salir con la suya.

-¿Cree que Zoido era consciente de ello en la oposición?

-El alcalde era consciente de que iba a tener dificultades. En 2009 y 2010 había ya una deuda municipal importante y ahora, con el plan de ajuste, él va a hacer que empecemos a pagar en 2015, justo cuando se termina su mandato.

-El gobierno argumenta que no ha podido hacer más porque primero había que ordenar y sanear.

-Seamos justos con la historia. El gobierno anterior terminó de ejecutar obras proyectadas en 2003-2007 en el último mandato, cuando ya habían caído los ingresos y había proyectos fuera de contexto. El incremento del coste de las setas es un ejemplo paradigmático. Pero si el gobierno anterior no hubiera diseñado en época de bonanza muchas infraestructuras, algunas valientes y otras incluso osadas, la ciudad hoy no tendría muchas cosas y sepa Dios cuándo se volverá a tener volumen de inversión pública para hacerlo. Los pasos soterrados fueron una decisión inteligente.

-Algunos errores se cometerían también en el mandato anterior...

-Claro. Los ciudadanos no nos dieron su confianza. Pero Zoido no puede seguir viviendo de las rentas ni decir que tiene tres años por delante. Al menos podría ir contándolas, ¿no? La situación es difícil, pero no todas las iniciativas del alcalde necesitan respaldo económico.

-Por ejemplo.

-La Copa Davis parece que no ha costado mucho dinero a la ciudad, aunque todavía no se han explicado las cuentas. Pero dio un buen resultado al alcalde desde el punto de vista de la gestión. Yo no sé si faltan ideas en su equipo o capacidad para ejecutarlas. La percepción que yo observo en vecinos de a pie y en empresarios y agentes sociales es que esperaban otra cosa, un alcalde menos preocupado por las fotos.

-La micropolítica es uno de los fuertes de este gobierno.

-Le funcionó en la oposición. Papeleras y baches siguen igual o peor.

-¿No cree que hay un modelo de ciudad que ya se ve?

-Veo que su modelo es volver atrás, a la Sevilla de hace 20 años. El PP está convencido de que la Sevilla de Soledad Becerril en el año 1999 le gusta más que la que se ha encontrado después de 12 años de gobierno socialista. Yo creo que a la mayoría de ciudadanos les gusta más la de 2012. Si el PP tiene un modelo debe explicarlo mejor, no lo veo.

-¿Qué echa de menos?

-Un ejemplo. Fíjese en la atención que ha prestado el alcalde a la Cartuja. Cero. Ni se ha potenciado la creación del distrito, algo que ayudaría a mejorar los servicios, ni se ha reunido en un año con el presidente de Cartuja 93. El 20 aniversario de la Expo hubiera servido para enseñar la marca Sevilla vinculada a la tecnología. El alcalde no se ha reunido con otros alcaldes metropolitanos. Tiene un esquema de administración local doméstico, de prestación de servicios básicos.

-Eso también es clave y se está mejorando.

-Sí, pero si lo que va a significar como un acuerdo importante para la ciudad es que le va a poner dodotis a los caballos o que va a potenciar a los artistas locales con una Operación Triunfo... Son cuestiones simpáticas, anecdóticas, pequeñas cosas. El nivel de anécdota en el que ha caído este gobierno es preocupante.

-Las citas electorales también han marcado el primer año.

-Eso era inevitable. Zoido se dio cuenta el día después del 22-M que era un activo importante para el PP y que tenía que ponerse a trabajar para el señor Rajoy y el señor Arenas. Era su prioridad.

-¿El hecho de no haber llegado a la Junta obligará a cambiar el esquema del gobierno local?

-El tándem Arenas-Zoido era importante para el alcalde, que esperaba obtener respaldo y ayuda para determinadas cuestiones de su agenda oculta. Oculta porque no la cuenta aun a sabiendas de que son proyectos que van a tener una constestación importante. Pero se equivoca con una estrategia de confrontación. El alcalde de la ciudad de Sevilla tiene las puertas abiertas de los despachos de la Junta de Andalucía. Las tiene que tener. Si el alcalde cambia el chip y se dedica no sólo a ser un alcalde reivindicativo, sino también práctico y quiere llegar a acuerdos, ahí me va a encontrar. Mi prioridad son los sevillanos y cuando el alcalde lleve razón y plantee bien una exigencia, estaré a su lado sea con el Gobierno andaluz o el de España.

-Hubo un primer pacto, ¿fracasó?

-Se planteó una hoja de ruta en ese Pacto por Sevilla y se ha incumplido. Yo ahora voy a plantear cuál debería ser el pacto para este segundo año. Ofrezco consenso, unión. Quiero que los sevillanos vean en mí a un político serio, que no hace sangre cuando no es necesario.

-¿Qué prioridades planteará?

-Un proyecto estratégico para la economía de la ciudad. Brindo mi colaboración al alcalde para que monte un gabinete de crisis permanente que, desde luego, no es la mesa de atracción de inversiones del señor Landa o la comisión de empleo que nunca se reúne del señor Serrano. No podemos permitir que siga incrementándose la sangría de desempleo mientras el Ayuntamiento espera a que mejoren las condiciones macroeconómicas del planeta.

-O lleguen inversores privados.

-A los inversores hay que buscarlos. El problema es que el alcalde está en el aeropuerto esperándolos y hay que coger un vuelo para ir a por ellos. Pero, ¿por qué no nos sentamos con las empresas de la ciudad? Con las de Cartuja 93 y se analizan sus expectativas de crecimiento. Necesitamos una Operación Sevilla que claramente identifique oportunidades de generación de empleo a corto plazo con iniciativas locales. El Ayuntamiento podría apoyarlas de manera fácil, vía licencias, desbloqueando procedimientos urbanísticos... Tenemos una Gerencia de Urbanismo enorme que no está usando toda su capacidad para desarrollar el PGOU.

-Se han planteado cambios en él.

-No todos son cambios necesariamente. A veces sobraría con ir adelantando papeleo para tener a punto los proyectos cuando el inversor llegue. Si lo están haciendo... a lo mejor no lo cuentan. ¿Qué pasa con Altadis? Hay que hacer una modificación y al pleno aún no ha llegado nada. Lo más importante que ha hecho el alcalde con elementos emblemáticos de la ciudad fue la subasta de muebles del Alfonso XIII.

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