El Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial de Sevilla ha adjudicado a la sociedad limitada Mac Puar Urbantech, por un importe de 212.390,56 euros, el contrato relativo a la ejecución de la segunda fase del proyecto de restauración de las fachadas renacentistas de la Casa Consistorial. Estas labores, centradas en las fachadas sur y este del monumento, se ciñen al proyecto técnico de restauración diseñado por la arquitecta María Dolores Robador González, perteneciente al grupo de investigación Diseño y Técnica de la Facultad de Arquitectura de la Hispalense. Robador González, asimismo, asume la dirección de obra de esta nueva intervención.

En concreto, la contratación del proyecto Obra de restauración de las fachadas renacentistas de la Casa Consistorial. II Fase: Fachadas sur y este ha seguido un trámite ordinario, si bien su adjudicación ha sido resuelta mediante un procedimiento negociado. Mac Puar Urbantech, de cualquier modo, se ha hecho con el contrato por un importe de adjudicación de 212.390,56 euros que incluye el impuesto sobre el valor añadido.

La Casa Consistorial de Sevilla, número uno de la Plaza Nueva y declarada Bien de Interés Cultural (BIC), es un edificio renacentista de estilo plateresco construido sobre el diseño del arquitecto Diego de Riaño.

El Patronato del Real Alcázar y de la Casa Consistorial, previamente, había contratado a la arquitecta María Dolores Robador González para la redacción del proyecto, estudio básico de seguridad y dirección de obras correspondientes a esta nueva intervención planeada sobre el edificio del Ayuntamiento, porque en enero de 2011, como se recordará, concluyó una actuación inicial destinada a la rehabilitación integral del arquillo y la fachada sur del monumento.

Sobre este edificio, icono del estilo plateresco y sede institucional del propio Ayuntamiento hispalense, cabe recordar que cada una de sus fachadas está compuesta por dos plantas, si bien en el cuerpo del arquillo existe una tercera añadida en el siglo XIX y coronada por una balaustrada sobre la cornisa merced al proyecto de Demetrio de los Ríos. El arquillo, de hecho, es un vestigio del antiguo convento de San Francisco, derribado en el siglo XIX. En ese sentido, la construcción primigenia del siglo XVI fue incorporada al nuevo edificio municipal de estilo neoclásico según un proyecto aprobado con fecha 15 de diciembre de 1850 y diseñado por Balbino Marrón.