El IAPH restaurará en su sede el techo de la desaparecida Casa de Arguijo

El conjunto, obra del pintor manierista Alonso Vázquez, se conservó en el Palacio de Monsalves

La pintura central representa a Júpiter junto a otras divinidades de la mitología grecolatina.
La pintura central representa a Júpiter junto a otras divinidades de la mitología grecolatina.
Luis Sánchez-Moliní

23 de mayo 2013 - 05:03

El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) restaurará en su sede de la Isla de la Cartuja el conjunto que el pintor manierista Alonso Vázquez realizó para la hoy desaparecida casa del poeta y caballero veinticuatro Juan de Arguijo, una de esas joyas secretas de la ciudad que evidencian el esplendor que lucieron los palacios sevillanos durante el Siglo de Oro.

En los últimos días, técnicos del instituto dependiente de la Junta de Andalucía han procedido a estudiar, fotografiar y desmontar este conjunto de lienzos, que actualmente se encuentra en el Palacio de Monsalves (en la calle Monsalves), para su traslado a la sede del IAPH, "en la que se pondrá el marcha el protocolo habitual de intervención: estudio histórico de la obra, diagnóstico real de su estado y, finalmente, restauración integral del conjunto", según indicaron a este periódico fuentes de la Junta de Andalucía. El coste y duración del proyecto dependerá del diagnóstico final de los técnicos.

Este conjunto de lienzos de Alonso Vázquez (Ronda, 1654-México, 1608) cubrió una de las estancias principales del palacio de Juan de Arguijo, que abarcaba desde la actual calle Arguijo hasta la plaza de la Encarnación y que desapareció tras un devastador incendio en 1914 del que, afortunadamente, se salvaron las pinturas que ahora serán restauradas. Finalmente, las obras acabaron adornando uno de los salones del Palacio de Monsalves, que acogió entre 1984 y 1992 la sede de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía y que actualmente está reservado para la ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla -concretamente para acoger las colecciones de pinturas de los siglos XIX y XX-, un proyecto que no acaba de materializarse debido a la actual crisis económica.

Atribuidas en un principio a Céspedes, fue el profesor Serrera el que, finalmente, las incluyó en la obra del pintor manierista Alonso Vázquez.

Como se refleja en un estudio realizado por Rosa López Torrijos, el conjunto se compone "de una serie de lienzos enmarcados independientemente y ensamblados después para cubrir la totalidad del techo". La pintura central muestra "una reunión de los dioses presidida por Júpiter", junto al que están Saturno, Marte, Juno o Vulcano, entre otras divinidades de la mitología grecolatina. Otras piezas menores, por su parte, representan decoraciones de roleo y vegetales o el escudo de armas de los Arguijo.

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