Sevilla

El decreto de becas pone de nuevo a los rectores en pie de guerra contra Wert

  • Las universidades intentarán convencer el jueves al Gobierno de que aumente el dinero para las ayudas o, al menos, rebaje la exigencia de un 6,5 de media para los aspirantes a las mismas.

El borrador del Real Decreto de Becas y Ayudas al Estudio ha vuelto a poner en pie de guerra a los rectores de las universidades públicas españolas contra el ministro de Educación, José Ignacio Wert. Tras los enfrentamientos verbales provocados por el amago de reforma universitaria y por el proyecto de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), ahora el desencadenante es el anuncio de que el próximo curso 2013-2014 se endurecerán notablemente los requisitos académicos para poder acceder a una beca universitaria, lo que es considerado por las universidades como "un atentado para la equidad y la igualdad de oportunidades", ya que se exigirá un esfuerzo mayor a los estudiantes sin recursos que a los que pertenecen a entornos acomodados. Por parte del Gobierno de España se repite hasta la saciedad que, sencillamente, se trata de promover la "cultura del esfuerzo".

La pasada semana, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ya emitió un comunicado en el que mostraba su frontal rechazo al borrador del decreto de las becas, que tiene que ser aprobado este verano. Sin embargo, será el próximo jueves, durante la reunión de la comisión permanente del Consejo de Universidades, cuando los rectores harán sus críticas y aportaciones ante la secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio. El tiempo para la negociación es ya muy escaso.

Según el rector de la Universidad de Sevilla, Antonio Ramírez de Arellano, que forman parte de esta comisión permanente, las universidades propondrán al Ministerio de Educación que aumente el presupuesto para becas en unos momentos en los la crisis económica está poniendo contra las cuerdas a muchas familias. Si esto no fuese posible, exigirán que, al menos, se prorrogue el decreto actual. En el caso de que se encuentren con una insalvable oposición a esta medida por parte del Gobierno, reclamarán que se rebajen los criterios académicos para acceder a una beca que establece el borrador del decreto.

¿Cuáles son estos criterios académicos? El primero y más preocupante para los rectores es que, a partir del próximo curso 2013-2014, se exigirá una nota de 6,5 para aquellos alumnos de nuevo ingreso en la universidad que quieran disfrutar de una ayuda. El aumento es considerable si se tiene en cuenta que el curso pasado (2011-2012) se pedía sólo tener aprobado el ingreso y durante el presente curso 2012-2013 la exigencia fue de un 5,50. Con el nuevo baremo, como asegura Ramírez de Arellano, "hay alumnos con una media de notable en el Bachillerato que se pueden quedar sin beca por un pequeño resbalón en la prueba de acceso".

Pero la exigencia académica no sólo aumenta para los estudiantes de nuevo ingreso. Como se observa en el cuadro que se reproduce en esta página, para el resto de los alumnos se pedirá que aprueben el 100% de las asignaturas o el 90% siempre que tengan un 6,5 de media (el curso pasado sólo se pedía un 80% y en el presente un 90%, sin ninguna exigencia de media). Este criterio se modera un poco en las carreras técnicas, cuyos estudiantes tendrán que superar el 85% de las materias o el 65% con una media de 6.

Otra cuestión que preocupa sobremanera a los rectores es la denominada por el Gobierno "nueva arquitectura" del sistema de becas. La novedad esencial estriba en el establecimiento de una doble cuantía en las becas, una fija y otra variable. A partir de ahora, los estudiantes españoles sólo podrán optar a tres becas fijas: por la renta del solicitante (1.500 euros); por la residencia (1.500 euros); y por la matrícula, según el precio público oficial. Además, podrá acceder a una ayuda variable -cuyo mínimo será unos insignificantes 60 euros- que se repartirá según el dinero que sobre una vez pagadas las cantidades fijas y cuyo cálculo se hará con una compleja fórmula en la que se tendrá en cuenta no sólo las notas del solicitante, sino también la de sus compañeros.

Por su parte, las becas de movilidad (para aquellos estudiantes que viven a menos de 50 kilómetros de su universidad) desaparecen.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios