Sevilla

Encierro y huelga de hambre contra los despidos de trabajadores de la ONCE

Tres personas permanecen encerradas en un centro educativo de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) desde el pasado viernes. Son tres trabajadores del centro de recursos educativos de la ONCE en Sevilla, situado en el campo de los Mártires y antiguamente conocido como colegio Louis Braille, que han iniciado una huelga de hambre en protesta por el cierre de una de las dependencias del centro.

Este cierre se traducirá en doce despidos y ocho traslados forzosos a ciudades de España lejanas a Sevilla, con lo que los representantes sindicales entienden que en la práctica supondrán ocho despidos más. La ONCE anunció la pasada semana el cierre del llamado centro específico de Sevilla y la consiguiente reducción de la plantilla. Según fuentes de los trabajadores, el viernes intentaron negociar con la organización pero fue imposible alcanzar algún acuerdo o siquiera un punto de partida para la negociación.

Por ello, se vieron obligados a encerrarse en un despacho del centro y a iniciar una huelga de hambre en protesta por los despidos. Los trabajadores denunciaron que la directora del centro les cortó el aire acondicionado y ha dado orden de que nadie entre ni salga del edificio. De hecho, aseguran que algunos compañeros suyos se marcharon a casa para recoger alguna muda de ropa y ya no pudieron unirse a la huelga. Ayer mismo, el padre de uno de los encerrados tuvo que ir acompañado de la Policía para hacerle entrega a éste de unos medicamentos y una muda de ropa. Los trabajadores aseguran que tampoco se les permite acceder a una zona de vestuarios y duchas y sólo disponen de un pequeño aseo para poder beber y mantener una mínima higiene.

La directora del centro, Amparo Cruz, manifestó a este periódico que el aire acondicionado se activa y se apaga de manera automática, de forma que cuando el centro está cerrado no puede encenderse. Esta mujer aseguró además a los trabajadores que no tendrían aire acondicionado antes de que se encerraran y que si decidían tomar esta medida drástica era "bajo su responsabilidad". En cuanto a la huelga, explicó que hay un plazo que expira el martes para presentar alegaciones contra la decisión de la ONCE, por lo que considera que es "una medida que no facilita el buen entendimiento". La directora recordó que pueden salir cuando quieran, pero lo que no se permite es "estar entrando y saliendo". Los trabajadores creen que salir implicaría renunciar a la protesta y eso, sostienen, será lo último.

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