Los ponentes de las jornadas organizadas en la Cámara de Comercio de Sevilla sobre la ordenanza de actividades y obras coincidieron este martes en considerar que el punto débil de la nueva norma, que entró en vigor a finales del pasado noviembre, es que el Ayuntamiento de Sevilla no cuenta con inspectores suficientes para el control posterior de las autorizaciones que otorga. 

En nombre de los usuarios, Jesús Martínez Rivero, con 29 años de experiencia, ingeniero industrial y técnico industrial, de la empresa de ingeniería integral Ingemed, informó de que la mayoría de las 937 autorizaciones que ha concedido el Ayuntamiento sevillano hasta la fecha "se han concedido por silencio positivo, ya que no ha dado tiempo a certificar su cumplimiento". Así pues, vaticinó que ahora los técnicos tendrán que revisar y vendrán las sanciones a los promotores de esas declaraciones responsables que se tramitaron para lograr permisos de actividades u obras. 

Martín Rivero apostó por que el Ayuntamiento concentre mejor su labor de control en comprobar que las obras en el local o edificio en cuestión se ajustan a la autorización concedida, más que en encontrar los fallos en la documentación técnica entregada. "No hay control posterior y si vienen van a venir una vez en la vida", lamentó. 

Alfonso Pinto, jefe del servicio de protección ambiental de la Dirección General de Medio Ambiente y Parques y Jardines del Ayuntamiento, abundó también en la idea y señaló que el control posterior de la declaración responsable "no se hace mucho por falta de personal en el Ayuntamiento dedicado a las labores de inspección y por los recortes presupuestarios". 

Pedro Sánchez Cuerda, presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, intervino en el debate posterior y opinó que "el hecho de que el Ayuntamiento no tenga inspectores disponibles no tiene que impedir que el negocio funcione. La administración no puede ser un embudo que haga que los negocios no puedan prosperar". 

El presidente de los hosteleros hizo una petición a los responsables del Ayuntamiento de Sevilla presentes: que cuando los técnicos tengan tiempo de ponerse a analizar las autorizaciones "no nos encontremos en el fango del que hemos salido". En este punto pidió a los técnicos del Ayuntamiento presentes en las jornadas que tengan en cuenta los principios en los que se inspira la nueva ordenanza en vigor y traten de corregir lo que no queda claro, pero que no se conviertan en jueces de la norma. 

En la exposición de motivos, la nueva ordenanza dice que su objetivo es evitar "un camino tortuoso y largo para lograr los preceptivos permisos, con los graves perjuicios que ello acarrea y más en momentos, como los actuales, tan difíciles desde el punto de vista económico". Y añade: "En definitiva, se pretende agilizar los procedimientos, reducir trámites, disminuir los controles previos potenciando los controles posteriores, en orden a facilitar la ejecución de obras y la implantación de actividades y, con ello, contribuir lo máximo posible a favorecer la iniciativa empresarial en el municipio de Sevilla".