Sevilla

"Me dijeron que nadie hablaba idiomas allí"

En la puerta de la comisaría del Patio de Banderas no hay ningún cartel que indique que hay una sede de la Policía. Una pequeña placa apunta que el edificio acoge al SATE (Servicio de Atención al Turista Extranjero), sin explicar nada más. Ningún policía se asoma a la calle, sólo se ven unos empleados del Ayuntamiento de Sevilla vestidos con camisetas rojas.

Los turistas pasan por la puerta, sin que la mayoría sepan que es una comisaría. Un empleado de una oficina de turismo cercana explicó que hace tres semanas llegaron a su lugar de trabajo unas italianas que habían sufrido un robo. Él sólo había leído sobre la comisaría en el periódico, así que, además de indicarles, las acompañó para ver cómo funcionaba. "Lo primero que me encontré fue que, en lugar del horario que había salido publicado en la prensa, de 8:00 a 22:00, abrían de 9:00 a 21:00". Además, preguntó quién hablaba idiomas, y le dijeron que nadie. El servicio para los extranjeros lo prestaba una línea de teléfono con Madrid. "Me sorprendió porque es un número que tenemos también donde yo trabajo. La única explicación es que esto lo hagan de cara a las elecciones".

Este trabajador, que quiso preservar su identidad, destacó que ésta era la situación que había hace tres semanas, sin saber si ha habido alguna mejora. Sus compañeros recordaron que, hasta hace un mes, si había algún problema llamaban al Grupo Giralda de la Policía Local. "Funcionaba muy bien, no tardaba más de cinco minutos en llegar".

Otra de las empleadas en esta oficina comentó un caso que le llamó mucho la atención. Fue una rusa que volvía del Algarve, en Portugal, donde había cogido un autobús hasta Málaga que hacía parada en Sevilla. La chica se bajó en la estación de Plaza de Armas por equivocación. Tenía un vuelo que salía de Málaga a Moscú y estaba perdida en Sevilla. "Le indicamos que fuera a la comisaría, pero allí parece que todo lo que hicieron fue decirle que pagase otro billete hasta Málaga y que allí pusiera una denuncia".

Un vecino del patio, que ha vivido siempre allí, está contento de que vuelva a haber una comisaría. "Cuando no estaba, entraron a robar en mi casa varias veces, y la presencia de policías en la zona disuade a los ladrones". Pero reconoce que no tiene mucho éxito, ya que pasa gran parte de sus tardes charlando con los trabajadores. "Todavía no he visto a nadie entrar allí, será que los turistas no saben que existe", señaló.

También lo cree así José Alonso López, un pintor que ocupa todas las mañanas una de las esquinas del patio para vender sus dibujos. Cuenta que en un mes le han preguntado por la comisaría dos personas y sólo una de ellas era una turista. Lo mismo dice su compañera de profesión Ana Salas, desde la puerta que da a la Plaza del Triunfo. "Llevo viniendo aquí cuatro años y en todo ese tiempo sólo me han preguntado dos veces por la Policía". Ella achaca esta falta de demanda a que hay mucha presencia policial en el centro y en la mayoría de los casos los turistas pueden preguntar a los agentes de servicio, sin precisar una comisaría.

Entre los cocheros que esperan clientes junto a la Catedral y el Alcázar, las opiniones son dispares. Domingo Tirado, que aparca en la puerta del patio, no ha oído hablar de la nueva oficina policial. "Cuando alguien pregunta por una comisaría les mandamos a la de la calle Betis". Su compañero Manuel Ruiz, que lleva 25 años paseando turistas por el centro de la ciudad, encuentra "muy positivo" que haya un sitio de ayuda para los visitantes tan cerca.

Los trabajadores de la compañía de autobuses City Expert, en la Avenida de la Constitución, ven necesario que haya otra sede de la Policía en el centro "porque sólo hay una en la Alameda y la siguiente está en Triana", pero critican que nadie haya ido a explicarles cómo y a qué horas funciona. "Al fin y al cabo, es a nosotros a quiénes los turistas preguntan", concluyen.

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