El retraso en la ejecución de las obras del plan Urban del Polígono Sur amenaza con perder los fondos europeos con los que se subvenciona este programa. El plan Urban está actualmente ejecutado en un 67,25% y tiene que estar terminado por completo antes del 31 de diciembre de 2015. El Ayuntamiento, que es la administración que ejecuta las obras, tiene poco más de un año por delante para aplicar la tercera parte que falta todavía por hacer. El gasto previsto para el total del plan es de 12,5 millones de euros, mientras lo que está ejecutado o aprobado hasta la fecha suma un coste de casi 8,5.

Así consta en una respuesta del gobierno municipal a una pregunta planteada por el PSOE al Pleno del Ayuntamiento. En la cuestión, el portavoz socialista, Juan Espadas, recuerda que el pasado mes de abril, la Gerencia de Urbanismo reformuló los programas para reducir la aportación municipal, que pasó de 4,3 millones a 2,5 millones. Se suprimieron todas aquellas obras que ya no daba tiempo a hacer. Espadas también citaba la retirada de otro medio millón de euros del plan de empleo, que dejaba en suspenso la subvención completa de 1,5 millones, y la suspensión del programa Zonas con Necesidad de Transformación Social.

Los socialistas no sólo preguntaron al Ayuntamiento por el grado de ejecución del plan, sino también por la fecha límite para no perder los fondos y si se había recibido alguna nueva advertencia por la demora de estos trabajo. Igualmente, interrogaron por el futuro del plan de empleo y del otro programa social suspendido por el Consistorio.

El gobierno local sólo respondió a la primera pregunta. El plan Urban está ejecutado actualmente en un 67,25%. El plazo final de las actuaciones es el 31 de diciembre de 2015 y se ha recibido una carta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas solicitando información sobre el grado de ejecución, algo que el Ayuntamiento asegura que es habitual al final de cada ejercicio.

Es urgente, por tanto, para no perder la subvención de la UE, terminar las obras en el año que entra. El plan está estructurado en varias áreas temáticas y el grado de cumplimiento es diverso. El único capítulo en el que se ha completado el 100% de las actuaciones es el de la integración social, que consiste en la creación de un equipo profesional de gestores para atender a desempleados y en realizar campañas de sensibilización.

Muy avanzado está también el paquete de obras relacionadas con la cultura y el patrimonio, que incluyen la construcción de la factoría cultural y unos programas de proyección y promoción turística, que están al 77%. Las infraestructuras de servicios están al 88%, con el centro de atención a personas mayores y personas con dependencia como único punto de este apartado. El desarrollo del tejido económico está al 71%. En este paquete se enmarcan la mejora de los conjuntos comerciales del barrio -que apenas han sufrido modificaciones todavía- y el apoyo al comerciante ambulante. El mercadillo del barrio sigue siendo un medio de vida para muchas familias, pero los vecinos siguen sin entender por qué las administraciones permiten que esté controlado por un clan relacionado directamente con el tráfico de drogas.

También supera el 55% el paquete de obras relacionadas con la movilidad y la accesibilidad, en el que están la regeneración de viales y la creación del carril bici. Las reformas urbanísticas y el tratamiento de residuos están en un 42,1%. Aquí se encuadran tanto la regeneración de plazas, arbolado y pavimentación como el mobiliario urbano, la recogida selectiva de basuras y la dotación de contenedores para reciclar en los centros educativos del barrio.

Queda mucho por hacer aún en formación profesional, que está al 29%, mientras que todavía no se ha hecho nada del de la sociedad de la información, que incluye la dotación de ordenadores y de una señal wifi en el barrio.