Destrozos y robos en el edificio puente

Los residentes señalan a "cinco seis familias que no saben convivir" Emvisesa no ha hecho seguimiento y ha dejado hacer

Destrozos y robos en el edificio puente
Destrozos y robos en el edificio puente
A. S. Ameneiro Sevilla

25 de agosto 2015 - 05:03

El edificio puente de la avenida de Andalucía donde fueron realojadas en alquiler la mayoría de las familias de Los Pajaritos sufre constantes desperfectos en puertas, interruptores, ascensores, fachadas y demás elementos del inmueble, así como robos en los garajes y trasteros, según pudo constatar este periódico el pasado viernes. Aquí viven 66 familias de los bloques derribados. Los impagos de renta, luz y comunidad se cuentan por treintenas, según los vecinos que sí pagan. Y lo grave es que únicamente ha pasado un año desde que las familias recibieron los pisos, a primeros de julio de 2014, en el pasado mandato de Zoido.

El problema de fondo, según varios vecinos consultados, es que estos destrozos los causan "cinco o seis familias que no saben convivir y que se dedican a la droga" a las que la Administración local no hace el seguimiento social que se prometió. Los vecinos reclaman que las conductas incívicas en este bloque de alquiler municipal tengan consecuencias para los que causan daños. Un operario de la constructora, mientras realiza los arreglos más urgentes, dice que la empresa ha amonestado por carta a varias familias por los detrozos.

"Aquí de Emvisesa no viene nadie a hacer reuniones con los vecinos. No se ha hecho seguimiento a las familias. Todo se arregla y se vuelve a destrozar porque hay gente que no sabe convivir", protesta una vecina que paga con fatiga cada mes y prefiere no dar su nombre. El bloque se limpia cada semana.

El Ayuntamiento de Sevilla admite que no ha habido seguimiento de las familias por parte de la empresa de la vivienda y que "Emvisesa ha tenido en estos cuatro años una actitud pasiva". El gobierno del socialista Juan Espadas anuncia como solución qe "desde Bienestar Social se sentarán con Emvisesa para retomar líneas activas de intervención social porque el proyecto de integración del barrio no puede fracasar. No es sólo arquitectura, es un proyecto complejo de integración".

La puerta del garaje no funciona porque alguien vuelve a destrozarla cuando se arregla y, sin seguridad, roban en los pocos vehículos que aparcan: hace días se llevaron una furgoneta para robar en una zona de la ciudad, cuentan los vecinos. Y el jueves sustrajeron un móvil y llaves en el vehículo de un vecino. Los trasteros de los garajes los saquean un día sí y otro también. No hay vigilancia ni cámaras.

En la fachada han destrozado a martillazos una parte de gran tamaño para dejar un hueco por el que se ve el garaje (foto 4). La puerta de entrada al edificio ha sido inutilizada en varias ocasiones al igual que arrancada a patadas la malla metálica que la embellece (foto3). Y la baranda metálica para subir las escaleras tiene tan pocos tornillos que se tambalea, a punto de caer. No hay luz en zonas comunes porque los interruptores están arrancados (foto 2). Y otro detalle de este bloque son ley es que algunos vecinos meten sus motos hasta el patio de la vivienda (foto 5) y un abuelo vomita en el patio porque así lo ha decidido.

En el ascensor del bloque B la barra metálica para agarrarse ha desaparecido y han quemado el panel digital que indica los pisos por donde pasa. Un letrero ruega a los vecinos "que no metan artículos que causen desperfectos en el ascensor" (foto 6).

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