Sevilla

529 habitantes: El censo del Vacie

  • La población del asentamiento se ha reducido en un 42% en sólo siete años. Casi la mitad de los habitantes son niños y apenas quedan ancianos.

Para afirmar que el Vacie se ha reducido casi a la mitad en los últimos años basta con pasar con el coche por la rotonda de entrada al asentamiento y alargar la vista. Se verán muchas menos chabolas y unos bloques de hormigón -los que aparecen en la fotografía de arriba- con los que, quienes se empeñan en erradicar de una vez por todas el asentamiento, impiden que vuelvan a levantarse casas sobre las ya derribadas. Los datos del Padrón Municipal de Habitantes de Sevilla refuerzan esa impresión. En el asentamiento chabolista más grande de Andalucía viven actualmente 529 personas, según los datos del Servicio de Estadística del Ayuntamiento de Sevilla a los que tuvo acceso el Comité René Cassin, organización que acaba de publicar un informe sobre el chabolismo en Sevilla que lleva por título El paradigma del Vacie.

Los datos que se ofrecen en este estudio son relativamente recientes, del 26 de febrero de 2016. De los 529 habitantes del asentamiento, 284 son hombres y 245 mujeres. Se trata de una población muy joven, con 197 menores de 16 años (107 niños y 90 niñas). El estudio del Comité René Cassin permite dibujar una pirámide de población del Vacie que resulta muy distinta a la del resto de la ciudad y se aproxima más a la de cualquier país subdesarrollado que a la de una nación europea. Así, la franja de edad entre los 5 y los 9 años es la más numerosa, seguida de la de entre 10 y 14. La pirámide va disminuyendo a medida que avanza la edad y apenas hay ancianos viviendo en el poblado, puesto que sólo hay dos personas mayores de 70 años y siete con edades comprendidas entre los 65 y los 69. Esta situación contrasta enormemente con la de finales de la década pasada, en la que había bastantes más personas de edad avanzada. Una de ellas, María Díaz Cortés, murió en enero de 2009 con 117 años, siendo una de las personas más longevas del planeta.

La mayoría de los habitantes del Vacie son españoles y nacidos en Sevilla. Son, en concreto, 485 las personas de nacionalidad española que residen en el poblado. De ellas, 392 son sevillanas y 93 del resto del país. De los 392 sevillanos, 210 son hombres y 182 mujeres, mientras que de los 93 de otras provincias hay 49 hombres y 44 mujeres. El resto de la población es principalmente portuguesa. Hay 44 personas procedentes de este país en el asentamiento, de las que 23 son varones y 19 féminas. Sólo hay otros dos vecinos extranjeros, pero el estudio no precisa su nacionalidad.

La población del Vacie se ha ido reduciendo notablemente en los últimos años, tras el crecimiento que sufrió el asentamiento en los primeros años del siglo. El informe del Defensor del Pueblo Andaluz contabilizó 735 habitantes en el año 2004 (163 familias, con 209 menores de 3 a 16 años). En 2008 había 830 vecinos, repartidos en 225 familias. En 2009 ya eran 908, entre los que había 225 niños. Desde entonces se ha ido mermando el número de habitantes, que ya en 2011 era de 650. Si continúa con éxito el programa del Ayuntamiento para realojar familias fuera del asentamiento, pronto bajará del medio millar por primera vez en muchos años.

El estudio destaca esta labor del gobierno municipal. "El proceso de realojos se ha llevado a cabo de forma silenciosa, evitando generar conflictos vecinales y la oposición de parte de la opinión pública, como ha ocurrido en el pasado". Los autores del informe relatan que intentaron recoger información de los actores presentes en el Vacie, tanto de la administración como de otro tipo de organizaciones. "Algunas de ellas, que realizaron labores en el poblado, como Prodean o la Unión Romaní, ya no se encuentran en él o han reducido considerablemente su implicación. El resto guarda un rotundo silencio". Sólo la asociación Aliento aceptó mantener un encuentro con los autores. Esta entidad gestiona una guardería en el Vacie desde el año 2005, "pero ejerce un papel de mucho mayor calado". Comenzó atendiendo a 30 niños en una chabola más, pero desde 2009 tienen una nueva instalación cedida por la Junta y el Ayuntamiento y atienden a unos 60 niños. Además, ofrecen talleres por las tardes para la población en edad escolar y las madres reciben del cartero la correspondencia de los habitantes del poblado y toman las citas para el médico.

"Al reducirse la población, cuentan con más recursos y éstos les proporcionan más posibilidades para actuar. En la guardería cuentan con seis trabajadores y 25 voluntarios", relata el informe, que destaca el trabajo coordinado entre todos los actores implicados en la erradicación del poblado. Así, una vez cada dos meses se reúne una mesa estratégica, donde participan la administración autonómica y la local y todas las entidades que trabajan en el asentamiento, y una vez al mes las mesas de salud y educación. Los voluntarios de Aliento "sí reconocen estar preocupados por los embarazos de menores", de los que ha habido varios casos este año. Además, "reconocen haber sufrido un nuevo asalto, en el que sustrajeron las cámaras de foto que empleaban para un taller con las mujeres del poblado".

Los trabajadores afirman que están satisfechos con los realojos, "de los que no pueden dar cuenta de ningún caso de fracaso", y confirman que existen varios programados para los próximos meses. "En cambio, advierten del reto que supone continuar esta tarea, puesto que las familias que van quedando en el poblado son precisamente las que requieren un mayor esfuerzo. De hecho, reconocen la existencia de ciertos grupos que se oponen a su marcha. En todos los casos, para continuar un estilo de vida delictivo, fundamentalmente basado en el tráfico de drogas.

El informe destaca la "ilusión" que ha despertado en la ciudad el proyecto actual para acabar con el Vacie, para el que la UE destinará 4.350.000 euros, en un plan que tiene un desarrollo programado hasta 2020. "Según esta estrategia, en tres años habrán finalizado los realojos, y el área donde aún reside la población se recuperaría como zona verde. Esta gran inyección económica reaviva una vez más la ilusión de toda una ciudad que, no obstante, permanece a la espera de ver los resultados para cantar victoria. Repasando la historia, es difícil evitar teñir de ironía la pregunta: ¿Será ésta la definitiva?"

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