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Bayron fue condenado en 2003 por una agresión con muleta en un derbi

  • El joven fallecido en las barbacoas del Carranza propinó una paliza a un empleado de seguridad en un Sevilla-Betis cuando aún era menor, suceso que tuvo un gran impacto

El joven sevillano que falleció en Cádiz el pasado domingo tras clavarse un arma blanca en el pecho protagonizó hace siete años un episodio violento cuyas imágenes dieron la vuelta a España. Bayron C. O. propinó, junto a otros tres jóvenes, una paliza a un vigilante de seguridad de la empresa Prosegur momentos antes del partido que enfrentó a Sevilla y Betis en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán el 6 de octubre de 2002. El joven muerto en la fiesta de las barbacoas del Carranza era quien portaba la muleta con la que los cuatro agresores causaron lesiones graves al vigilante.

Bayron era todavía menor de edad en el momento en el que ocurrieron los hechos. Por este motivo, y pese a ser quien golpeó al empleado de seguridad con la muleta, sólo fue condenado a siete meses de internamiento en un centro cerrado. Los otros tres jóvenes participantes en la agresión fueron condenados a dos años de cárcel y a indemnizar con 6.000 euros a la víctima. Una quinta persona fue absuelta de los delitos de lesiones y desórdenes públicos después de que admitiera que introdujo la muleta en el Sánchez Pizjuán para "dar lástima" al portero y lograr que le dejaran entrar gratis en el estadio.

La paliza a este trabajador fue captada por las cámaras de la cadena de televisión que retransmitía el partido y sirvió para identificar a los agresores. El vigilante, Antonio Orrego, sufrió una fractura de los huesos propios de la nariz como consecuencia de los golpes recibidos, que tardó 51 días en curar. El empleado ofreció una rueda de prensa tras la agresión en la que aseguró que le dejaron "totalmente K. O." mediante patadas, puñetazos y los golpes con la muleta.

Bayron fue condenado en enero de 2003 -cuatro meses después del partido- por un juzgado de Menores y cumplió la totalidad de la pena en un centro de internamiento de Almería. El joven fallecido en Cádiz el pasado domingo tenía otros antecedentes delictivos en su historial. Actualmente, la Policía Nacional lo estaba buscando por su presunta participación en un robo con fuerza.

La investigación sobre la defunción de Bayron se ha cerrado definitivamente. La Policía sostiene que la muerte se produjo de manera accidental. El especialista forense que practicó la autopsia al cadáver llegó a calificar lo ocurrido de "infortunio", debido a que el joven se hirió con una navaja de apenas un centímetro que, sin embargo, seccionó una arteria provocándole la muerte. La autopsia confirma así la versión relatada por los amigos y familiares de la víctima, que aseguran que se clavó él solo el arma blanca.

La Policía cree que pudo autolesionarse en una especie de alarde o demostración de valor ante sus amigos. También se conoce que Bayron se vio implicado en una pelea poco antes de su muerte y que fue separado por sus acompañantes. Esta trifulca no tiene relación alguna con su fallecimiento.

Los hechos ocurrieron sobre las tres y veinte de la madrugada del domingo en el Paseo Marítimo de Cádiz, ciudad a la que Bayron se había desplazado con unos amigos para acudir a la fiesta de las barbacoas del Carranza. A esa hora recibieron la llamada de alerta los servicios de emergencia, que trasladaron al joven al Hospital Puerta del Mar de Cádiz. Bayron falleció la tarde del domingo en el complejo sanitario gaditano. Al mediodía de ayer fue incinerado en el cementerio de San Fernando, después de que se celebrara un responso en su memoria en el tanatorio de la SE-30. El joven deja mujer y dos niños pequeños de cuatro años y once meses.

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