Treinta y siete minutos en el atasco es el título de la primera novela publicada por esta madrileña, afincada en Valladolid, aunque de familia sevillana y "macarena de Chamberí", como ella misma se define. En esta obra, presentada la pasada semana en la Casa del Libro, la escritora retrata el Madrid de la movida de los años 80 y se centra en la tragedia que supuso hace 25 años el incendio de la discoteca Alcalá 20, donde murieron casi un centenar de personas, la mayoría jóvenes. "No trato los hechos con truculencia y sí relato una triple historia de amor desde tres ángulos diferentes", comenta esta historiadora por la Complutense, escritora por vocación y también pintora y profesora de dibujo y pintura. "El libro habla del pensamiento del hombre contemporáneo, siempre en movimiento, que en sus tiempos muertos piensa una mezcla de cosas livianas y trascendentes", explica la autora de esta novela sobre la intrahistoria. Ahora prepara una nueva obra, llamada La cuestión 106, una mezcla de intriga e historia con "erótica de alto voltaje" en la que acerca la filosofía del siglo XIII a nuestros días. "Estoy siempre en contacto con mis lectores a través del correo y del Facebook, porque me encanta la interactividad y estoy abierta a sugerencias y contrastes, incluso en las presentaciones, que está normalmente desfasadas", apuntaba esta escritora, quien desarrolla de forma simultánea su faceta artística y literaria.