Tussam parte de la base de que el camino de su salvación ha de pasar por un recorte en los gastos de personal del 5%. Para alcanzar esta medida existen dos opciones: el tijeretazo directo en las nóminas (lo que requeriría de una decisión política), o trabajar más tiempo cobrando lo mismo, pero dejándose de cubrir las bajas, vacantes o puestos libres por excedencia. La empresa municipal de transportes, que cerrará las cuentas del año con equilibrio por primera vez en la era Monteseirín gracias fundamentalmente a la venta de patrimonio y a los nuevos criterios contables, considera que ya no puede recortar más gastos de otros conceptos después de que durante este 2010 haya ahorrado 5,6 millones de gasto interno sin tocar los gastos de personal. La empresa y los representantes de los trabajadores tienen que sentarse en breve para intentar consensuar un nuevo convenio laboral. La negociación estará inevitablemente marcada por la deuda histórica de 60 millones de euros que lastra el futuro de la empresa y por la necesidad de que los trabajadores también asuman un esfuerzo. La solución pasaría por la reducción de los gastos de personal en un 5%, siguiendo el criterio del decreto de lucha contra el déficit público aprobado por el Gobierno de ZP.

La solución menos traumática y que garantizaría la estabilidad en el empleo sería la de mantener los salarios como hasta ahora, pero aumentando la duración de la jornada laboral de los conductores, que actualmente es de 35 horas semanales con 6 horas y 15 minutos en el autobús al día si se descuentan los tiempos de descanso y alimentación. Los primeros cálculos estiman que es probable que bastara con un aumentar la jornada laboral en 20 minutos más.

Un conductor de Tussam ingresó una media de casi 33.900 euros en 2009 si se tienen en cuenta los salarios fijados por convenios y los muy diversos complementos estipulados. De este dato se colige que el más ganó estuvo muy cercano a los 50.000 euros.

Tussam ya ha alertado de que el funcionamiento de un autobús en la calle cuesta 300.000 euros al año, de los que el 70% se destinan al pago del salario del conductor.

Tussam logrará cerrar por primera vez con Monteseirín como alcalde un ejercicio con las cuentas equilibradas gracias fundamentalmente a tres causas: el reajuste interno, la venta de la sede de Diego de Riaño y la nueva normativa del Plan General Contable que deslinda con claridad el ejercicio en curso de la deuda acumulada en años anteriores. El desfase de diez millones de euros como media que genera al año una empresa como Tussam se compensa, fundamentalmente, con los 7.103.000 euros de la enajenación para su conversión en hotel de la sede de Diego de Riaño, un dinero que se recibirá en cuanto el Ayuntamiento conceda la licencia urbanística. La empresa ha conseguido este 2010 un ahorro de 5,6 millones gracias al plan de reajuste interno por el que se apostó una vez que fue imposible sacar adelante el plan de viabilidad económica y financiera por la ruptura del diálogo con los sindicatos, que terminó con la dimisión del anterior vicepresidente ejecutivo, el socialista Guillermo Gutiérrez, en plena jornada de huelga de conductores la pasada Feria de Abril.

El ahorro de 5,6 millones ha sido posible gracias a una serie de medidas muy diversas. Los ocho directivos de la compañía tuvieron que aplicarse una reducción salarial del 15% como consecuencia del tijeretazo dictado por Zapatero en el decreto de lucha contra el déficit público. La empresa también apostó por la supresión de determinadas líneas de elevado coste o de escasa rentabilidad (con el criterio en contra de los representantes de IU), como ocurrió con la lanzadera interna para los trabajadores, o las líneas 36, la E5 o la conocida como bus de la movida. Otra medida ha consistido en la fusión de líneas, como sucedió con la 5 y la 23.

En muchos casos se ha apostado por los recortes directos en determinados contratos de mantenimiento, en los gastos de talleres y hasta en los correspondientes a los actos de homenaje a trabajadores jubilados.

Han influido también en garantizar el ahorro los planes de reajustes generales de líneas, como el aprovechamiento de los recorridos en los que se tiene asegurada una mayor velocidad comercial, la explotación de las nuevas medidas de fluidez del tráfico puestas en práctica en calles como Luis Montoto.