Sevilla se ve. Así se llama la campaña de promoción impulsada por el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, que dio comienzo en los últimos días de 2010 y que estará vigente durante el primer trimestre de este año. Sevilla se ve y Monteseirín también. El objetivo de esta acción es mostrar la "realidad" de Sevilla para "hacerla valer". Un plan que acabará necesariamente antes de que comience la campaña electoral, protagonizada por su sucesor, Juan Espadas, y que absorberá prácticamente toda la partida presupuestaria que el Ayuntamiento destina a publicidad. Un presupuesto que este año se ha visto reducido en un 30% por la crisis.

Bajo la premisa de la complicación de exteriorizar los logros de la capital andaluza mientras que los sevillanos no consigan "interiorizarlos", el regidor señaló que "en los momentos difíciles, si te afliges, te aflojas", razón por la cual la campaña pretende capacitar a la ciudadanía para "enfrentar el futuro y superar las dificultades".

Monteseirín dejó claro que "no se trata de vender gestión". No obstante, durante un desayuno informativo en La Raza, el alcalde admitió que, aunque ya no le corresponde hablar de futuro, aprovechará "los últimos minutos de partido, hasta el último segundo", para manifestar "lo que Sevilla es y ha sido capaz de conseguir", por medio de esta campaña de city marketing. Como si de un partido de fútbol se tratara, Monteseirín aseguró que hasta el último minuto estará trabajando por Sevilla. De hecho, afirmó que las grandes obras -Metropol Parasol, el Antiquarium o los parkings, entre otras cosas- estarán terminados antes de que acabe su mandato.

Las actuaciones concretas de esta campaña empezarán a notarse en el mobiliario urbano de la ciudad. Concretamente en 300 mupis, 300 quioscos y 30 pantallas grandes de televisión que hay distribuidas por toda la ciudad, así como en los soportes que pueden ofrecer los diversos medios de transporte públicos, internet y eventos como el Festival de Cine Europeo o la Bienal de Flamenco. También habrá promoción exterior en acontecimientos como Fitur o un concierto en Nueva York.

En el desayuno no sólo se habló de esta iniciativa publicitaria. El alcalde aseguró que se irá retirando progresivamente para ir haciendo sitio a los que vienen con los proyectos y planes de futuro. Se refirió al candidato socialista a la Alcaldía, Juan Espadas, al que calificó como "una persona con gran capacidad como gestor y profundas convicciones; es un buen candidato y será mejor alcalde. Mi formación está haciendo bien las cosas, huyendo de actividades que suenan a ficticias, como las que realiza el principal adversario", en referencia al portavoz del PP, Juan Ignacio Zoido.

"El candidato del PSOE es un candidato de verdad, no de usar y tirar", insistió el alcalde, para quien Espadas "debe ser el único y absoluto protagonista de su campaña", rechazando injerencias por su parte, ya que le cederá "espacio". "A partir del próximo día 10 adaptaré mi agenda", reivindicó.

Sobre el resto de los aspirantes a la Alcaldía de Sevilla, Monteseirín expuso la existencia de un "afán polémico permanente" con el primer teniente de alcalde y portavoz municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, de quien aseguró que "no tiene tanto poder", aunque Zoido "le ha hecho una gran campaña, convirtiéndolo en un héroe para determinados sectores de la ciudad: le ha puesto en el candelero y le ha hecho un gran favor. Zoido ha sido el mejor director de campaña de Torrijos", añadió el alcalde. Asimismo, dijo que, a pesar de las diferencias esgrimidas entre ambos socios de gobierno, ha sido una corporación "cohesionada".

El encuentro de ayer parecía una despedida, en la que no aclaró su futuro. "Si se piensa en mí para política, que sea fuera de Sevilla, y si se piensa en mí para Sevilla que sea fuera de la política", especificó el alcalde, tras recordar que cuenta con su plaza de inspector médico en el SAS. El primer edil hispalense aseguró no sentirse "dolido" con el PSOE, sino "agradecido", si bien admitió que este último mandato ha sido "más complicado".