La botellona ha vuelto con fuerza a las inmediaciones de la Torre del Oro, después de que la presión policial mantuviera limpia esta zona desde el pasado otoño. A media mañana de ayer, los bajos del monumento todavía permanecían completamente sucios, con restos de botellas, vasos, cristales rotos y orines procedentes de una botellona de la noche anterior.

Fuentes de la empresa municipal de limpieza (Lipasam) explicaron ayer a este periódico que desde el pasado otoño no se habían celebrado botellonas en esta zona, por lo que no tenían constancia de que hubiera habido una la noche del miércoles. De ahí que la empresa no fuera avisada hasta bien entrada la mañana de los restos que se acumulaban allí a plena luz del día y ante los ojos de todos los sevillanos y turistas que paseaban por la zona.

Los vecinos del entorno de la Torre del Oro exigieron ayer a Lipasam que recogiese los restos que dejaron miles de jóvenes junto al río. La presidenta de la asociación de vecinos Plaza de Armas y entorno, Dolores Dávila, aseguró ayer que los jóvenes ya no sólo se reúnen los fines de semana para beber en la calle. "Ahora que han acabado los exámenes y están más relajados lo hacen la mayoría de los días entre semana".

La representante vecinal denunció que "Lipasam a veces no limpia este enclave tan turístico debido a que está más escondido y porque parte de las competencias de la limpieza del entorno del monumento pertenecen a Parques y Jardines". Lipasam, en cambio, sostiene que hasta el pasado otoño tenía un dispositivo específico para la limpieza de este lugar, que volverían a retomar ahora si siguen celebrándose botellonas con regularidad.