Juan Ortega. Novillero

"Prefiero la responsabilidad de las grandes plazas"

  • El torero sevillano, a un curso para licenciarse como ingeniero, comienza una nueva etapa de la mano de Ruiz Palomares, descubridor de Ponce

Juan Ortega (Sevilla, 1990) ha sido uno de los grandes descubrimientos de la temporada pasada, con triunfos en plazas importantes como las de Valencia, Córdoba, Sevilla, Granada y Madrid. Su padre, ingeniero de Montes de la Diputación de Sevilla, le inculcó la afición taurina desde muy niño. Ortega, en cuarto curso de ingeniería agrónoma, contará desde este año con el respaldo de Juan Ruiz Palomares, descubridor y apoderado de Ponce.

Juan Ortega, que ha sumado 20 novilladas, nos sitúa en los inicios de su carrera: "El gusanillo del toreo me entró desde pequeño. Debuté en Camas. Pertenecí un año al Círculo Taurino de Córdoba, en lo que resultó una experiencia buena que me sirvió de mucho; incluido el poder entrar en el circuito de los novilleros de escuelas taurinas y para hacer campo. Mi padre fue quien me enseñó a torear de salón y de quien aprendí el concepto que tengo. Desde que debuté en Camas, estoy con Juan Rodríguez. Y también me ha apoyado Ramón Sorando".

-¿Qué supone que se haya fijado en usted nada menos que Juan Ruiz Palomares?

-Eso me da moral y me ilusiona tremendamente. Sales a la plaza más motivado y con un compromiso mayor. También es un plus de responsabilidad para no defraudarle.

-¿Cómo se ha desarrollado la temporada 2012?

-Ha sido de mucho compromiso por haber pisado plazas de gran importancia, como Sevilla, Valencia y Madrid. Y me ha servido para conocer un público que exige más y formarme como torero.

-¿Qué ha sido lo más duro?

-Las plazas de Sevilla y Madrid. Sevilla, por el respeto que le tengo a la plaza de mi ciudad. Y Madrid impresiona psicológicamente por la seriedad con la que te trata el público.

-También ha triunfado en varios ciclos de novilladas.

-Sí. Villanueva de la Sagra, Arganda del Rey, Algemesí y he ganado el trofeo al mejor toreo de capote de Arnedo.

-¿Dónde se encuentra más en su papel, en plazas de máxima categoría o en las otras?

-Todos los compromisos los afronto con ilusión. Pero no cabe duda de que prefiero afrontar la responsabilidad de las grandes plazas.

-¿Con qué faena ha disfrutado más?

-Si tuviera que rescatar una, sería la de Granada. Aunque no corté muchas orejas, porque pinché, salí muy satisfecho. Salí roto y cuando me quite el vestido estaba muy orgulloso por haber cumplido.

-¿Se ve capacitado para la alternativa?

-Me veo con mucha ilusión. Pero serán mis apoderados quienes decidan. Por mí, estaría encantado que fuese este año.

-Hablemos de sus referentes.

-Todas las figuras actuales. Y cualquier torero que sea capaz de expresarse con verdad y con torería.

-¿Me dice toreros?

-Por citar algunos, Morante, Manzanares y Enrique Ponce. Y Diego Urdiales. Son toreros de los que se aprende mucho.

-Su toreo.

-Intento dominar al animal y atemperar su embestida para luego poder sentirme.

-En Sevilla le vi que buscaba, ante todo, la despaciosidad.

-Es una de mis obsesiones. Si toreas despacio al toro malo le quitas violencia y si lo haces con el bueno llegas más al público.

-Su objetivo.

-Ser reconocido como torero, llegar a figura y alcanzar mi sueño. En una entrevista escuché a Joselito que para que te llamen maestro tienes que abrir la Puerta del Príncipe, salir a hombros en Madrid y cortar un rabo en La México.

-¿Se ve abriendo pronto la mítica puerta de la Maestranza?

-Todo a su tiempo. Pero, claro, está en mi cabeza torear en Sevilla y conseguirlo.

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