La diferencia entre la poesía y otra profesión estriba en que "hay una simbiosis entre el trabajo y la vida, en la que cuesta distinguir cada una de las partes". Pero a él no le importa. "No se sufre, la poesía siempre está presente", bromea. En el colegio comenzó a jugar con las palabras y la carrera de Periodismo no le apartó de su vocación. Con 20 años, una editorial sevillana publicó su primer libro, Miénteme. Luego vinieron otros cuatro y, para este año, espera sacar a la luz Los augurios, galardonado con el Premio Alegría de Poesía 2011 que concede el Ayuntamiento de Santander. Para abrirse un hueco, "es necesario respetar las palabras y valorar la responsabilidad que tienen, ya que son patrimonio de todo el pueblo, no solo de los poetas". Todos hacemos poesía sin darnos cuenta al buscar las palabras adecuadas, "un territorio que es útil para entender mejor quiénes somos". Nada puede con ella, ni siquiera los dictados de la industria cultural ni la imagen de "complicado y aburrido que se nos inculca en lo académico". El poema es algo que adquiere su ser en el sentido. "No se debe realizar el acercamiento de las matemáticas". Desde el grupo andaluz La Palabra Itinerante pretenden difundir la literatura con talleres y juegos de escritura. "Damos pistas de textos y autores que pueden ser útiles para que cada cual encauce su libertad creativa". Un reto para decir aquellas cosas que son difíciles de contar, "dejando que la poesía te haga a ti".